Dos hermanas

Dos Hermanas es una película surcoreana de terror de 2003, escrita y dirigida por Kim Jee-won. La película sigue la historia de dos hermanas, Su-mi (Im Soo-jung) y Su-yeon (Yum Jung-ah), quienes regresan a su hogar de la infancia tras ser dadas de alta de una institución mental. Su-mi, la hermana mayor, ha luchado con su cordura desde la traumática experiencia de la muerte de su madre. Su hermana menor, Su-yeon, aún lidia con la pérdida de su progenitora y el posterior matrimonio de su padre con una mujer en la que no confían. El regreso a casa de las hermanas está marcado por una atmósfera espeluznante, mientras extraños sucesos comienzan a acecharlas. Con el paso de los días, las jóvenes experimentan una serie de eventos inexplicables, incluyendo ruidos sin explicación, objetos que se mueven y apariciones fantasmales. El estado mental de Su-mi comienza a deteriorarse aún más, difuminando las líneas entre la realidad y la fantasía. Su hermana intenta apoyarla, pero incluso ella no es inmune a los extraños acontecimientos. A medida que la historia se desarrolla, queda claro que la casa guarda muchos secretos. La madrastra, interpretada por Yoon Jeong-hee, parece esconder algo, y el padre de las niñas parece ajeno a los eventos que se desarrollan a su alrededor. Mientras tanto, Su-mi pierde aún más el contacto con la realidad, dejando a su hermana lidiando con una situación cada vez más peligrosa. A lo largo de la película, Kim Jee-won emplea una tensión de cocción lenta, aumentando gradualmente el suspense y los elementos de terror. La cinematografía es impactante, capturando la atmósfera aislada del hogar rural y la creciente inquietud de las hermanas. La actuación también es impresionante, particularmente la de Im Soo-jung como Su-mi, quien transmite la angustia mental de su personaje con una vulnerabilidad inquietante. Dos Hermanas explora temas como el duelo, el trauma y las complejidades de las relaciones fraternales. La conclusión de la película es a la vez inquietante y estimulante, dejando a los espectadores cuestionando lo que acaban de presenciar. Con su singular mezcla de horror psicológico y tensión atmosférica, Dos Hermanas se ha convertido en un clásico moderno del cine de terror coreano.