Benny & Joon
Trama
Benny & Joon es una película de comedia dramática estadounidense de 1993 que narra la historia de dos hermanos excéntricos, Benjamin y Juno, que viven juntos en un pequeño pueblo. La narrativa de la película gira en torno a Juno, una joven con enfermedad mental fascinada por el cine y con el deseo de escapar de su vida monótona. La historia comienza con Juno (Mary Stuart Masterson), una persona peculiar y encantadora, que vive con su hermano mayor Benny (Aidan Quinn) y su hermana menor con discapacidad intelectual, Regine (Julia Louis-Dreyfus). Benny es un hombre solitario y callado que ha renunciado a la vida tras la muerte de sus padres. Pasa la mayoría de sus días en su taller del sótano, construyendo elaborados decorados en miniatura inspirados en películas antiguas. Un día, Juno conoce a Sam (Woody Harrelson), un joven excéntrico que se inspira en Buster Keaton, una legendaria estrella del cine mudo. Sam es un trotamundos que ha viajado de pueblo en pueblo, realizando pequeños trucos y acrobacias para el público local. Queda fascinado con los decorados en miniatura de Benny y comienza a frecuentar su hogar. A medida que Juno y Sam pasan más tiempo juntos, desarrollan una profunda conexión emocional. Sam ayuda a Juno a enfrentar su enfermedad mental y a encontrar el valor para perseguir sus pasiones. Mientras tanto, Benny se siente atraído por el espíritu despreocupado y el sentido de aventura de Sam. A lo largo de la película, las personalidades peculiares de los tres protagonistas brillan en sus interacciones. La historia está llena de humor, ingenio y emotividad mientras navegan sus dificultades y se apoyan mutuamente. En última instancia, Benny & Joon es una conmovedora historia sobre el poder de la conexión humana para sanar heridas emocionales y encontrar la felicidad. Con su mezcla única de comedia, drama y nostalgia por las películas del viejo Hollywood, esta película se ha convertido en un clásico de culto muy querido entre el público de todo el mundo.
Reseñas
Amy
This quirky love story is as timeless as a Buster Keaton silent film, blending humor and heartache in a way that feels endlessly relatable.