Carros de Fuego
Trama
Carros de Fuego es una película dramática histórica británica de 1981 que cuenta la historia de dos atletas talentosos, Eric Liddell y Harold Abrahams, que superan la adversidad y los prejuicios para representar a Gran Bretaña en los Juegos Olímpicos de Verano de 1924 en París. Ambientada en el contexto de la Gran Bretaña posterior a la Primera Guerra Mundial, la película explora temas como la clase, la fe y la perseverancia. Eric Liddell (interpretado por Ian Charleson), hijo de un misionero nacido en Escocia, es un cristiano devoto que cree que correr es una forma de glorificar a Dios. Es un atleta talentoso que entrena en la Universidad de Cambridge, donde es excluido por sus compañeros debido a sus creencias religiosas. A pesar de los desafíos, Liddell persevera y se clasifica para el equipo olímpico. Harold Abrahams (interpretado por Ben Cross), por otro lado, es un estudiante judío de la Universidad de Cambridge que se enfrenta al antisemitismo y los prejuicios de sus compañeros. Está impulsado a demostrar su valía como atleta y superar las expectativas sociales que se le imponen como judío. Los dos atletas se unen bajo la guía de su entrenador, Sam Mussabini (interpretado por Charles Francis), quien les ayuda a mejorar sus habilidades y prepararse para los Juegos Olímpicos. Mientras entrenan, Liddell y Abrahams se enfrentan a luchas personales y conflictos que ponen a prueba su determinación para competir al más alto nivel. A medida que se acercan los Juegos Olímpicos, Liddell se ve obligado a confrontar sus propias dudas y temores sobre competir en domingo, lo que va en contra de sus creencias religiosas. Mientras tanto, Abrahams debe superar las cicatrices emocionales del antisemitismo y demostrar su valía como atleta digno de reconocimiento. La película culmina con la icónica victoria de Liddell en los 400 metros con vallas en los Juegos Olímpicos, donde dedica su victoria a Dios. La historia concluye con un momento conmovedor de introspección, mientras Liddell reflexiona sobre el verdadero significado de la victoria y los sacrificios realizados en el camino. A lo largo de la película, el director Hugh Hudson entrelaza magistralmente temas de fe, perseverancia e identidad, creando una experiencia cinematográfica poderosa e inspiradora que ha cautivado al público durante generaciones. Con su impresionante cinematografía, interpretaciones memorables y una historia inspiradora, Carros de Fuego es un clásico atemporal que continúa motivando e inspirando a los espectadores de hoy en día.
Reseñas
Harper
It's good. Perhaps because the character's personality is close to his true self, Andy Lau portrays him comfortably and gently, and his declaration of love for racing is quite touching. The final choice is also the best for this gentle and conflicted character.
Hudson
The scene of Chin Ka-lok's death is absolutely stunning. The initial trembling and shaking of his body, his constant mumbling about shock absorbers, grandma, and his desperate need for water... then, that sudden gush of blood as he drinks, the collapse, the final convulsions. It's utterly heart-wrenching to watch. It reminds me of the reports surrounding Alexander Fu Sheng's car accident, how he supposedly stood up, spoke some words, and then his face changed color, and he collapsed, lifeless.
Adrienne
I watched this film primarily for Gigi Leung's screen debut, and she was indeed innocent and pure. However, what surprised me even more was David Wu – he possessed such a warm and radiant aura. Before seeing him host a press conference, my impression of him was limited to those English tutorial programs... Watching old Hong Kong films, there's a simplicity and completeness that's very endearing. The presence of the two Tung-Shing Yee brothers, Paul Chun, Andy Lau, Chin Kar-lok, and actors I particularly enjoy like Elvis Tsui, Ha Ping, and Hau Woon-Ling, all added to the charm. Cecilia Yip was fine as the stepmother. Three and a half stars.
Ashton
It's not a tragedy to grow old without memories, but to be haunted by regrets. You might outrun the wind, but you can't outpace time itself. This isn't a melodramatic fall like Ah Long, but a moment of sudden realization and understanding.
Mira
"Chariots of Fire" is a timeless classic that effortlessly weaves together the threads of sports, faith, and societal expectations. Set against the backdrop of a socially divided UK in the 1920s, the film masterfully tells the story of two passionate runners, Eric Liddell and Harold Abrahams, as they sprint towards their dreams at the 1924 Paris Olympics, embracing their convictions and overcoming obstacles in a journey of self-discovery and triumph.