Muere, Smoochy, Muere
Trama
En el mundo de la televisión infantil, Rainbow Randolph era la personificación del éxito. Interpretando a un querido personaje de dibujos animados en el popular programa "La Risa de Lance", la grandiosa personalidad y las payasadas exageradas de Randolph lo convirtieron en un nombre familiar entre niños y padres por igual. Sin embargo, debajo de la brillante sonrisa y el colorido disfraz se esconde un sórdido submundo, ya que se revela que Randolph es profundamente corrupto, utilizando su influencia para asegurar lucrativos acuerdos de patrocinio y otras ventajas. Cuando Randolph es sorprendido aceptando sobornos de un fabricante de juguetes a cambio de promocionar sus productos en su programa, es despedido por la cadena y reemplazado por Smoochy, un corpulento rinoceronte fucsia ingenuo y de aspecto sano que está decidido a ser un "buen tipo" y triunfar en el mundo del espectáculo. Mientras Randolph lucha por revivir su carrera, se vuelve cada vez más consumido por los celos y el deseo de venganza contra Smoochy, a quien ve como un recordatorio constante de sus propios fracasos. Mientras tanto, se desarrolla una serie de eventos extraños e hilarantes mientras Smoochy se convierte en la nueva estrella de "La Risa de Lance". Con su enfoque inocente y entusiasta del entretenimiento, Smoochy inadvertidamente causa caos en el set, lo que lleva a una serie de percances y desventuras que dejan desconcertados a todos, desde los productores hasta los miembros del equipo. A medida que los planes de Randolph para derribar a Smoochy se intensifican, se encuentra enredado en una red de engaños, traiciones dobles y humor slapstick. Con la ayuda de su leal pero torpe asistente, Sheldon, Randolph idea un elaborado plan para sabotear a Smoochy y reclamar su trono como el rey de la televisión infantil. Sin embargo, las cosas no salen del todo según lo planeado, y Smoochy demuestra ser un enemigo formidable en la batalla por los ratings y la popularidad. Al final, Randolph debe afrontar las consecuencias de su propio egoísmo y aprender a dejar ir su ego, mientras que Smoochy emerge como un verdadero héroe, utilizando su inocencia y su buen corazón para llevar alegría y risa a los niños de todas partes.
Reseñas
Valerie
Edward Norton is miscast as a simpleton in this bizarre, tonally inconsistent film that's both naive and darkly adult.
John
Remembering Robin Williams, Smoochy the Rhino feels like a reflection of the man himself.
Abigail
Robin Williams and Edward Norton are serving some serious LGBT realness with their looks. The split-screen phone call is ingeniously done, with one side zooming out and the other zooming in, creating a dynamic depth of field even though neither character is moving. It's a very spatial and engaging effect.
Raelynn
In this garishly flamboyant satire that strains for absurdity, DeVito ambitiously attempts to encompass ultimate topics that spell out the death of modernity: the alienation of the media industry and the fame game, the deification of idols, and even the essence of Americanness. The nonsensical and farcical children's show juxtaposed with mafia elements, all wrapped in lavishly vibrant stage direction and cartoonish audiovisual confection, seems at odds with the serious and dark allegorical undertones, but this contrast only intensifies the twisted and morbid essence of the story. DeVito's favored and skillful 80s-esque vulgar and frivolous comedic style allows the film's surreal costumes, set design, and props to become a revival of fetishistic aesthetics from the turn of the century. It's a seemingly family-friendly, inspirational movie gone evil...
Zion
Okay, here's a translation that captures the feeling that the movie has a similar comedic spirit to Stephen Chow's films: "There's a definite touch of Stephen Chow-esque zaniness here. :)"
