Jungla de Cristal

Trama
Ha sido un año largo y agotador para John McClane, un policía de Nueva York. Está luchando por mantener su trabajo estable, reconciliarse con su ex esposa y, de alguna manera, encontrar tiempo para su relación en deterioro. Tratando de recuperar el afecto de su esposa, Holly (Bonnie Bedelia), McClane decide volar de Nueva York a Los Ángeles para reunirse con ella en la fiesta anual de Navidad de Nakatomi Corporation. Holly es la CEO de la empresa, y la presencia de McClane tiene la intención de ser un símbolo de su compromiso con su relación. Sin embargo, las cosas dan un giro inesperado en el momento en que McClane sale del ascensor. Mientras la gente comienza a mezclarse, Holly saluda a los invitados y trata de encajar, mientras que McClane se mantiene al margen, ansioso por ponerse al día con su esposa en un momento privado. Mientras tanto, al otro lado de la habitación, un grupo de terroristas profesionales, liderados por el astuto Hans Gruber (Alan Rickman), comienzan a ejecutar su plan mortal. El edificio cae en el caos cuando Hans comienza a gritar, e inmediatamente, comienza a tomar el control de los conductos de ventilación y anuncia por intercomunicador que el edificio ha sido tomado por los terroristas. Intrigado, Hans se interesa especialmente por los recursos de Nakatomi, en particular por su vasta reserva de bonos al portador. Aunque McClane inicialmente asume que se trata de una toma de control rutinaria, las verdaderas intenciones de los terroristas se hacen gradualmente evidentes. Hans quiere entrar a la bóveda de la empresa y huir con un estimado de ochenta millones de dólares. Negándose a esperar más por una respuesta oficial, McClane decide tomar medidas, utilizando su entrenamiento policial para observar y crear pequeñas oportunidades para cambiar las tornas contra los terroristas. Utilizando su comprensión del sistema mecánico del edificio, logra cortar la energía e incendiar una máquina informática clave utilizada por los terroristas. Además de tratar de sabotear sus planes, el primer esfuerzo de McClane es salvar a su esposa visiblemente angustiada, que ha descubierto que ha sido secuestrada por Hans. Tropezando en un callejón lateral, McClane agarra una radio semi-funcional caída y comienza a llamar al Departamento de Policía de Los Ángeles para obtener ayuda inmediata. En respuesta, recibe a un operador del 911 poco cooperativo y poco útil que simplemente simpatiza con su situación. Con McClane operando en silencio y sin darse cuenta del peligro potencial que rodea cada esquina, Hans, sin saber que se ha realizado la llamada de radio, se siente satisfecho de que no haya otros cabos sueltos. Este error de cálculo finalmente conduce a una lucha espectacular entre el ingenioso McClane y el astuto villano, sin embargo, estos momentos críticos tienen lugar durante toda la noche. El terrorista Hans aprovecha el caos cuando John cae inconsciente entre los escombros. Usando la oportunidad para recopilar información y evitar ser descubierto, John comienza a explorar el nivel inferior del edificio y acaba con varios terroristas masculinos. Después de establecer que hay menos terroristas de los que inicialmente pensaba, McClane tiene mucho en qué pensar. La noche siguiente, John encuentra a una cómplice alemana, una mujer misteriosa a la que McClane inicialmente llama Mary Ellen, hasta que se da cuenta de que era una excepción a la regla de los cómplices masculinos. Tomándose un tiempo para cuestionar sus acciones, establece su identidad como Helga Krauss, ex esposa de uno de los cómplices, Simon, quien la puso en el equipo como agente doble encubierta para los verdaderos objetivos de la amenaza. Sin embargo, después de soportar dificultades durante toda la noche, John McClane finalmente toma la delantera con un camión enorme y, posteriormente, brinda la oportunidad de iniciar finalmente las operaciones de rescate y ayudar.
Reseñas
Recomendaciones
