No Llamen a la Puerta

No Llamen a la Puerta

Trama

No Llamen a la Puerta es una película dramática estadounidense de 2005 escrita y dirigida por Wim Wenders. La película está protagonizada por Sam Shepard como Howard Spence, una antigua estrella de películas del Oeste que ha tocado fondo. La historia sigue a Howard mientras viaja de un lugar a otro, entregándose a sus vicios de beber, drogarse y tener aventuras casuales con mujeres más jóvenes. Le atormentan los recuerdos de sus éxitos y fracasos pasados, incluido su matrimonio con una mujer llamada Edwina (interpretada por Jessica Lange) que ya falleció. Mientras Howard continúa autodestruyéndose, recibe una carta de su hija separada de 14 años, Ruby (interpretada por Madeline Carroll), informándole que está siendo cuidada por el nuevo esposo y la hijastra de su madre. Sintiéndose culpable por abandonar a su familia, Howard decide visitarlos en Nuevo México, con la esperanza de reconectar con Ruby y hacer las paces. Al llegar, Howard conoce a una camarera llamada Doreen (interpretada por Sarah Polley) que se convierte en el objeto de su afecto. Mientras intenta conquistarla, también comienza a formar un vínculo con Ruby, mostrándole que hay más en la vida que simplemente salir de fiesta y complacerse con los vicios. A lo largo de la película, el personaje de Howard sufre una transformación al confrontar sus errores pasados ​​y comienza a asumir la responsabilidad de sus acciones. La historia explora temas de redención, familia y encontrar el lugar de uno en el mundo, todo ello con el telón de fondo del suroeste americano. Con su mezcla única de drama, comedia y patetismo, No Llamen a la Puerta es una poderosa exploración de la naturaleza humana y el poder de las segundas oportunidades.

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Reseñas