Dunkerque

Trama
En mayo de 1940, el mundo estaba al borde del caos cuando las fuerzas alemanas, lideradas por el implacable General Gerd von Rundstedt, avanzaron profundamente en Francia, la última línea del frente en su implacable marcha hacia la dominación total de Europa. Los aliados, una mezcolanza de soldados británicos, franceses, canadienses y belgas, se encontraron en una posición precaria: atrapados en las playas y el puerto de Dunkerque, una pequeña ciudad francesa en la costa norte de Francia. Mientras el ejército alemán se acercaba a la ciudad, cortando todas las rutas de escape, el pánico comenzó a apoderarse de las fuerzas aliadas. Su situación parecía desesperada. Miles de soldados, desesperados por escapar de las garras del enemigo, acudieron en masa a las playas, solo para descubrir que la Marina británica, que recientemente había evacuado tropas británicas de las playas de Noruega un mes antes, no se veía por ningún lado. Los restos de barcos yacían gravemente dañados e impotentes para ayudar a sus aliados atrapados. Este momento crítico en la evacuación de Dunkerque marcó el comienzo de una cuenta regresiva decisiva, estableciendo un ritmo de desesperación y de toma de conciencia, en medio de la constatación de que la gente estaba atrapada a medida que el enemigo se acercaba. Con la situación cada vez más grave, un comandante naval británico, el Comandante Bolton, asignó la operación al Almirante Ramsay, a cargo de la evacuación de Dunkerque, para que devolviera todos y cada uno de los barcos disponibles al puerto de Dunkerque, y se dispuso a establecer una ruta de evacuación peligrosa que abarcaría las playas de Dunkerque. Voluntarios, ciudadanos británicos comunes y corrientes, se ofrecieron para llenar los vacíos percibidos donde los barcos militares podrían fallar antes de que se pudiera tomar una acción real. Estos barcos venían en una variedad de barcos civiles, que llamaron 'Londoners' para reflejar que eran de su ciudad natal quienes habían respondido apresuradamente. Estos fueron asistidos en gran medida por un grupo de 800 aviones de combate británicos. Durante dos semanas, el destino de las fuerzas aliadas pendió de un hilo. La artillería alemana bombardeó las playas, reduciendo la costa a escombros. Se desplegaron tanques y soldados en intentos inútiles de cortar la ruta de evacuación. Los barcos se volcaron, llevándose a sus ocupantes, mientras que los alemanes acechaban las playas. A pesar de estas abrumadoras adversidades, las fuerzas aliadas mantuvieron su posición, luchando heroicamente contra oleadas de soldados alemanes mientras intentaban desesperadamente abordar los barcos superpoblados. En tierra, en el mar y en el aire, la evacuación de Dunkerque fue un espectáculo que trascendió la nacionalidad, ya que personas de todos los ámbitos de la vida se unieron en un momento compartido de sacrificio. La evacuación se desarrolló en una danza surrealista de caos y organización, estrategia militar e improvisación civil. Mientras los alemanes se acercaban, sacos de arena y barricadas improvisadas protegían a los soldados del fuego enemigo mientras se apresuraban a abordar los barcos. Aquellos que habían logrado llegar a la seguridad del mar abierto se aferraban al aparejo de los barcos mientras rebotaban a través de las aguas agitadas del Mar del Norte. Mientras el caos reinaba en Dunkerque, el Comandante Bolton tomó lo que se requería para devolver a la mayoría de las tropas a casa de manera segura, el personal clave para devolver la maquinaria militar de manera segura: camiones militares, suministros, con el único propósito de devolver a la mayoría de las tropas a Inglaterra después de las evacuaciones masivas. A pesar del horrible escenario que se desarrollaba en las playas de Dunkerque, las fuerzas británicas, belgas, francesas y canadienses salieron de la batalla con espíritu de lucha. Aproximadamente 338.000 soldados fueron salvados con solo 47 barcos que no pudieron caer. Los náufragos quedaron muertos a manos del enemigo, la única verdadera pérdida. El pueblo de Dunkerque fue testigo de cómo muchos rostros militares desaparecían con esos botes en la distancia del cielo. Una cosa es segura: Dunkerque se había desarrollado como un relato inolvidable y resonante, profundamente atrincherado en el corazón de lo que constituye la verdadera prueba de la nación armada más fuerte, probado por la crisis provocada por el hombre en medio de la batalla con las fuerzas de la naturaleza y la lucha del hombre.
Reseñas
Sofia
With "Dunkirk," Christopher Nolan somehow conjures a "Inception"-esque feeling. Taking a well-known historical event and crafting a suspenseful narrative that keeps the audience holding their breath from beginning to end – perhaps only Nolan could achieve that.
Paola
I predict this will win Best Picture, Best Cinematography, and Best Director at the 90th Academy Awards in 2018. Christopher Nolan did his homework, studying films like *Intolerance*, *Sunrise*, *La Grande Illusion*, *A Man Escaped*, *Pickpocket*, and *The Wages of Fear* to create *Dunkirk*. Because of his masterful control of the audio-visual language, the story is exceptionally well-told. Hope and home; may every life be saved. Looking at the present, cherish peace.
Kaia
Love Nolan for abandoning complex narratives and embracing minimalism. Without background or foreshadowing, the very first shot drags the audience onto the battlefield. A week, a day, an hour – three interwoven storylines relentlessly torment the soul. It conveys the oppressiveness of war without relying on gore or violence. IMAX + 70mm = the best way to experience it, the sound is so overwhelming you'll want to cry for help... (Brushing aside the dazzling young stars to root for Tom Hardy!!)
Esther
With the most expensive actors, showing the least of their faces. — "The Nolan Hardy Story"
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