Fractured (Fragmentado)

Fractured (Fragmentado)

Trama

La cámara se desplaza sobre un desolado tramo de carretera, con el sol poniéndose en el horizonte, mientras el coche de Ray se acerca a su destino. Dentro, la esposa de Ray, Megan, observa cómo su joven hija, Emma, se ríe y se retuerce en su sillita. La feliz familia de tres está en medio de un viaje por carretera, deseando pasar tiempo de calidad juntos antes de llegar a su destino. Sin embargo, su despreocupado viaje da un giro inesperado cuando se detienen en una zona de descanso de la carretera tenuemente iluminada. Emma, momentáneamente distraída por su entorno, sale del coche para investigar un pájaro posado en el borde de un banco. Troieza y cae sobre la grava áspera de abajo, agarrándose desesperadamente a su brazo mientras grita de dolor. Ray entra en acción, acudiendo rápidamente al lado de su hija para consolarla y calmarla. Megan sale del coche, ofreciendo palabras de consuelo mientras Ray levanta cuidadosamente a Emma, acunándola en sus brazos. Mientras regresan a su vehículo, el ambiente antes despreocupado se convierte en una oleada de preocupación e inquietud. Está claro que la caída de Emma ha causado más daño del que pensaban inicialmente, y se apresuran a volver a la carretera, siendo su destino original ahora secundario a conseguir que Emma reciba la atención médica que necesita. La frenética carrera al hospital más cercano finalmente llega a su fin, y paran en la entrada de urgencias, donde una enfermera de admisión de aspecto estresado les saluda con desinterés. Ray se irrita, pidiendo que les atienda un médico inmediatamente, su ansiedad por el estado de su hija extendiéndose a la enfermera. La actitud relajada de la enfermera sólo parece exacerbar la situación, y Ray se ve obligado a recurrir a la súplica, lo que finalmente provoca un asentimiento reticente de la enfermera mientras les registra. Cuando les conducen a la sala pediátrica del hospital, los lamentos de Emma se hacen más fuertes, y su dolor se convierte en una presencia palpable. Las emociones de Ray están a punto de estallar, su ira y frustración se ven momentáneamente disminuidas sólo cuando finalmente les llaman a una sala de espera estrecha donde una doctora residente se presenta. La actitud apresurada y algo insensible de la doctora sólo sirve para aumentar aún más la ansiedad de Ray mientras le explica que Emma tendrá que someterse a una resonancia magnética para determinar el alcance total de su lesión. Megan intenta calmar a Ray, asegurándole que todo estará bien mientras recogen rápidamente las pertenencias de Emma y se dirigen a la sala de resonancia magnética. Con un coro de pitidos de máquinas y susurros preocupados a su alrededor, Emma permanece quieta en la camilla mientras la máquina de escaneo cobra vida. Ray observa ansiosamente a través de la pequeña ventana, con los ojos fijos en su hija mientras la exploración revela el alcance total de su lesión. Después de lo que parece una eternidad, la resonancia magnética llega a su fin, y la doctora sale para dar la noticia: la fractura de Emma es más grave de lo que se pensaba inicialmente, y necesitará una cirugía inmediata para reparar el daño. El agotamiento que había empezado a apoderarse de Ray se multiplica repentinamente por el estrés de la situación, y cuando la sala de espera empieza a dar vueltas a su alrededor, se desploma en una silla cercana, con la cabeza palpitante de dolor. Lo siguiente que sabe es que las urgencias están inquietantemente silenciosas, y un guardia de seguridad del hospital está de pie sobre él, pidiéndole que se vaya. Queda claro que Emma nunca fue registrada oficialmente, y a pesar de los frenéticos esfuerzos que él y su familia hicieron para que recibiera atención médica, parece que no se la encuentra por ninguna parte. El mundo que le rodea empieza a desmoronarse a medida que se hace evidente toda la fuerza del caos del hospital. Un terror creciente se filtra en las venas de Ray cuando el guardia de seguridad explica que no hay indicios de una familia que encaje con la descripción de Emma que haya sido admitida ese día. No tienen constancia de que haya sido atendida en el hospital, y los minutos frenéticos anteriores parecen confusos e indistintos. El pánico se apodera de Ray, lo que le lleva a buscar frenéticamente a Megan y a Emma, con los ojos escudriñando los desiertos pasillos del hospital mientras grita por su familia. El vacío se instala a su alrededor, y una sensación de inquietud se apodera de él, asumiendo gradualmente el control de su psique. A medida que la cámara se aleja del hospital, nos quedamos con una representación visual de lo insondable: un lugar donde las vidas dependen tan horriblemente del fino hilo del papeleo y los procesos burocráticos que podrían igualmente destrozarlos. El viaje familiar aparentemente idílico de Ray se convierte de repente en un descenso horripilante y desgarrador a una pesadilla de la que parece no haber despertar.

Reseñas