G.I. Jane

G.I. Jane es una película estadounidense de acción y drama de 1997 dirigida por Ridley Scott y protagonizada por Demi Moore, Viggo Mortensen y Anne Bancroft. La historia sigue a la Teniente Jordan O'Neil (Demi Moore), la primera mujer en someterse al riguroso programa de entrenamiento de la Marina para guerreros de élite. En respuesta a la presión política de la Senadora Lillian DeHaven (Sharon Stone), la Marina de los EE. UU. inicia un programa que permitiría la eventual integración de mujeres en sus servicios. El programa comienza con una única candidata, la Teniente O'Neil, quien es seleccionada personalmente por el Contralmirante Morrow (Robert Patrick) para formar parte de un grupo de élite de marineros conocido como los SEAL. Mientras O'Neil navega por el traicionero mundo de las operaciones especiales, dominado por hombres, enfrenta el escepticismo y los prejuicios de sus compañeros reclutas. Sin embargo, con la ayuda de su implacable instructor de entrenamiento, el Sargento Mayor John James Urgayle (Viggo Mortensen), O'Neil demuestra ser una digna oponente en todos los sentidos. A medida que avanza el entrenamiento de O'Neil, se gana el respeto y la admiración de sus compañeros, incluido su rival, el Teniente Lonell Hayes (Steve Zahn). Sin embargo, cuando un grupo de terroristas secuestra un avión de pasajeros estadounidense, O'Neil es llamada para liderar un equipo de SEAL en una atrevida misión de rescate. Con sus habilidades y determinación puestas a prueba, O'Neil debe enfrentar sus propias dudas y miedos para salvar el día. A lo largo de la película, la actuación de Moore como la Teniente Jordan O'Neil se destaca por una combinación de intensidad física y emocional. El viaje de su personaje, de una recluta novata a una líder segura de sí misma, sirve como un poderoso testimonio de las capacidades de las mujeres en campos tradicionalmente dominados por hombres. La película también explora temas de sexismo, prejuicios y empoderamiento, ofreciendo un comentario matizado y reflexivo sobre estas cuestiones. En general, G.I. Jane es una emocionante aventura llena de acción que demuestra las impresionantes habilidades físicas de Moore y la inquebrantable dedicación de su personaje a su país. Con su trama bien elaborada y actuaciones memorables, la película se ha convertido en un clásico querido en el mundo del cine militar.