El Servicio de Entregas de Kiki

Trama
En la encantadora y extravagante película animada El Servicio de Entregas de Kiki, dirigida por Hayao Miyazaki, la protagonista de 13 años, Kiki, emprende una valiente aventura de autodescubrimiento, amistad y perseverancia. Como joven bruja, Kiki se embarca en su obligatorio año de vida independiente, un rito de iniciación crucial para las brujas en su mundo. Según la tradición, a esta edad, las brujas deben dejar sus casas y encontrar su propio camino, confiando únicamente en sus propias habilidades, destrezas y determinación. Con un torbellino de emociones y sentimientos encontrados, Kiki se despide de su comprensiva familia y amigos cercanos, que han sido sus pilares de apoyo. Mientras se despiden, los padres de Kiki, sabios y compasivos en su decisión de dejar crecer a su hija, saben que su hija debe aprender a volar sola, extendiendo sus alas para convertirse en una joven bruja segura y capaz. Kiki sale en busca de un nuevo hogar, un lugar al que llamar suyo, y una oportunidad para perfeccionar sus habilidades mágicas, en particular sus poderes de vuelo y el arte de hacer escobas de brujas. Mientras se eleva sobre el mar, con el viento bajo sus alas y la emoción en su corazón, Kiki divisa un encantador pueblo costero en la distancia. Atraída por el pintoresco y singular pueblo, Kiki decide que este será su nuevo hogar, y rápidamente encuentra una morada acogedora y sencilla: una pequeña cabaña junto a la playa. A medida que se instala en su nueva vida, Kiki se enfrenta a una tarea desalentadora: ganar suficiente dinero para mantenerse a sí misma. Sabiendo que, como bruja, debe ser autosuficiente, Kiki decide iniciar un servicio de mensajería aérea, que se especializa en la entrega de mensajes, paquetes y bienes entre el pueblo y los pueblos circundantes. Su fiel escoba de malla de alambre, Jiji como su compañero felino, y su inquebrantable entusiasmo la impulsan a esta nueva aventura. Desafortunadamente, la determinación de Kiki para tener éxito no se encuentra con facilidad. Su escoba lucha por llevarla más alto, lo que obliga a Kiki a realizar múltiples intentos antes de conquistar el desafiante terreno. Mientras navega por el paisaje rural, sus servicios a menudo son rechazados por los lugareños debido a su inexperiencia, así como a su edad y las incertidumbres asociadas con su brujería. Sin dejarse intimidar por los contratiempos, Kiki persevera, demostrando su espíritu indomable y su determinación. Por la noche, de vuelta en su pequeña cabaña, se toma el tiempo para meditar y reflexionar, participando en ejercicios esenciales de brujería como el lanzamiento de hechizos, la fabricación de varitas y la contemplación del alma. Su escoba también juega un papel vital en su vida, respondiendo de manera impredecible a sutiles señales, enseñándole a Kiki el delicado equilibrio entre el control y la entrega. Kiki gradualmente forma lazos con su comunidad, aprendiendo sobre sus historias, luchas y sueños. Sus vecinos, en su mayoría mujeres mayores, viudas y tenderos tranquilos, se convierten en sus amigos más cercanos, brindándole un apoyo y un aliento cruciales a lo largo de su viaje. El pueblo en sí cobra vida con los aromas bulliciosos, los sonidos encantadores y los toques cálidos de una comunidad próspera y unida, que ilumina la belleza de formar relaciones genuinas y establecerse en un nuevo lugar. Sin embargo, no todos los habitantes del pueblo reciben a Kiki con los brazos abiertos. La presencia de Úrsula, una bruja del viento ocupada, renombrada y muy admirada, evoca temor y escepticismo, preocupando que las habilidades emergentes de Kiki puedan entrar en conflicto o eclipsar la figura más establecida de Úrsula. Algunas personas imaginan a Kiki como un problema potencial o una amenaza para las tradiciones que la comunidad tiene en alta estima. Una tarde, un sabueso herido de gravedad, Torgeir, trae problemas a la vida de Osono cuando Torgeir lleva una manada de perros callejeros muy viciosos del pueblo a la casa y tienda de Úrsula, Torgeir luego colapsa por agotamiento y una herida infectada. Osono cuida al sabueso hasta que recupera la salud y, con el tiempo, un regalo inesperado otorga tanto a Kiki como al asediado dueño del animal roto y cansado un vínculo inolvidable. A través de sus viajes, el viaje emocional de Kiki comienza a parecerse a las palabras de su hermano cuando han llegado los meses de verano: "Kiki sabe que tener tiempo para deambular y, a veces, huir construirá una confianza aún más fuerte en Kiki con el tiempo. Y el tiempo puede enseñarle qué tipo de madre le gustaría ser eventualmente".
Reseñas
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