Monstruos, S.A.

En la bulliciosa ciudad de Monstruópolis, Monstruos, S.A. es la mayor fábrica de procesamiento de gritos, donde los monstruos dependen de los gritos de los niños para alimentar sus hogares y ciudades. El adorable gigante Sulley y su ingenioso compañero Mike Wazowski son el mejor equipo de sustos de la fábrica, encargados de asustar a los niños para producir gritos de la más alta calidad. Sin embargo, las cosas dan un giro cuando una niña llamada Boo entra accidentalmente en su mundo. Boo, una niña pequeña del mundo humano, es descubierta por Sulley y Mike en su rutina de sustos puerta a puerta de alta tecnología. Inicialmente aterrorizada por estas criaturas gigantes, se fascina con ellas, particularmente con la naturaleza gentil de Sulley. Mientras los dos monstruos intentan devolverla a su propio mundo, se encariñan con Boo y aprenden valiosas lecciones sobre la empatía, la amistad y la importancia de la risa. Mientras tanto, un nuevo invento en la fábrica amenaza con perturbar toda la operación: un dispositivo capaz de extraer gritos de los niños sin necesidad de asustarlos realmente. El siniestro Randall Boggs, rival y socio de Sulley, ve esta tecnología como la clave para convertirse en el mejor asustador y robarle el protagonismo a Sulley y Mike. A medida que aumentan las tensiones dentro de la fábrica y entre los monstruos y los humanos, Sulley y Mike deben navegar su nueva relación con Boo, al tiempo que evitan que los nefastos planes de Randall lleguen a buen término. En el camino, se encuentran con un elenco de personajes coloridos, incluyendo a la adorable pero torpe Roz, la sabia e ingeniosa Celia Mae, y el enigmático Abominable Hombre de las Nieves. Con su mezcla única de humor, corazón y animación impresionante, Monstruos, S.A. lleva a las audiencias a una emocionante aventura que explora los límites entre el miedo y la amistad. A medida que Sulley y Mike aprenden a encontrar la risa en los lugares más oscuros, también descubren que incluso las amistades más improbables pueden convertirse en la fuente de gran alegría y transformación.