Animales Nocturnos

Animales Nocturnos

Trama

La película Animales Nocturnos cuenta la historia de Susan Morrow, una exitosa propietaria de una galería de arte de cuarenta y tantos años, que vive una vida que parece pulida y serena para el mundo exterior. Sin embargo, bajo la superficie, es una persona compleja que lidia con el fantasma de su pasado. La vida de Susan alguna vez estuvo entrelazada con la de Edward Sheffield, un escritor a quien dejó 20 años antes para perseguir una vida de lujo y libertad personal. El catalizador de un viaje de autodescubrimiento e introspección es la llamada que Susan recibe de una editorial de Los Ángeles. Han recibido un manuscrito de Edward Sheffield, un escritor al que había abandonado dos décadas atrás. El manuscrito es una novela titulada Animales Nocturnos, y la empresa solicita que Susan vuelva a sus raíces ofreciendo una reseña objetiva del trabajo de Edward. El encuentro de Susan con la escritura de Edward parece casi predestinado, casi como si el acto de reconocer su trabajo pudiera reabrir la puerta a su vida pasada y a toda su agitación emocional. La historia cambia a la narrativa ficticia de Animales Nocturnos, que se presenta como una novela escrita por Edward. La trama ficticia gira en torno a Anthony Hastings (o "Tony"), un contador y profesor de matemáticas, que lucha por expresarse a través del arte. Se embarca en un viaje familiar por carretera desde Los Ángeles a Santa Fe con su esposa, Laura, y su hija adolescente, India. Su viaje, por lo general tranquilo, se vuelve violento cuando son sometidos a una despiadada situación de rehenes por un trío de jóvenes imprudentes y calculadores en una gasolinera rural de Nuevo México. Este impactante giro de los acontecimientos abre la tapa de una realidad más oscura que la familia Hastings nunca olvidará. Tony, el humilde marido y padre, se ve obligado a enfrentarse a la crueldad visceral que reside en su interior. El personaje de Tony alberga un sentimiento de insuficiencia y amargura que aflora en respuesta a los acontecimientos traumáticos. A través de los acontecimientos que se suceden en la narración de Animales Nocturnos, Edward expresa las ansiedades subyacentes y la confusión interior que estuvieron presentes en su matrimonio con Susan. Mientras Susan lee el manuscrito, las líneas entre la realidad y la ficción comienzan a desdibujarse. Es en este espacio fluido y desestabilizado donde Susan se ve obligada a reexaminar su pasado, los restos de su antigua relación con Edward y la brecha emocional que había causado. Además, la narración involucra aún más a Susan en su análisis de la obra de arte de Edward, entrelazando así el pasado y el presente, el mundo de la realidad con el mundo de la fantasía. Los límites difusos entre la vida real de Susan y el mundo ficticio dentro del manuscrito preparan el terreno para su propia lucha emocional por el cierre. Los pensamientos íntimos e introspectivos de Susan durante la lectura de Animales Nocturnos revelan una dinámica compleja entre ella y Edward. Se hace evidente que Susan no se ha desprendido por completo de su pasado, sino que sigue participando en los fragmentos que siguen surgiendo en su presente. Revela su verdadera renuencia a confrontar sus sentimientos no resueltos hacia Edward. La dolorosa y maltratada historia de Susan y Edward resurge en su memoria, transportándola al incierto reino donde sus emociones se niegan a resolverse. El lector es testigo de la creciente empatía de Susan al observar a Tony luchar contra la violencia extrema que ella le había ocultado incluso a Edward. El lector comprende cómo el sufrimiento de Tony, una réplica en miniatura de la angustia que Edward ha soportado años antes, y sus consecuencias provocan una profunda introspección en Susan. A lo largo de su contemplación de la novela de Edward, Susan se descubre a sí misma a través de la dolorosa experiencia de Tony, como si estableciera que existen puntos en común entre sus experiencias compartidas. Edward, sin embargo, presenta un retrato deliberado y calculado de Susan, visto a través de los ojos de Tony, un reflejo fracturado y doloroso de la vida de Susan con el carismático, aunque vulnerable Edward Sheffield. Al optar por involucrar a su ex mujer en el juicio de su novela, Edward intenta poner a la luz los fragmentos de su pasado desintegrado. Susan finalmente responde, y le envía a Edward una respuesta negativa tanto por un deseo de desligarse de su pasado como por un deseo posiblemente inconsciente de mantener el escudo de una vida de "seguir adelante" que desde entonces se ha desvinculado de la inestabilidad que marcó sus primeros años con Edward.

Reseñas