Érase una vez en China y América

Trama
Érase una vez en China y América, estrenada en 1993 y dirigida por Tsui Hark, sigue a Wong Fei-Hung, el legendario artista marcial chino y profesional médico, en su viaje a los Estados Unidos de América a fines del siglo XIX. La película sirve como un relato ficticio de las experiencias de los inmigrantes chinos que viajaron a los Estados Unidos para trabajar, particularmente para trabajar en los ferrocarriles del oeste americano. Fei-Hung, ahora con el nombre de "So", ha realizado el viaje a los EE. UU. en busca de un nuevo comienzo. Sin embargo, en esta época de tensión racial y divisiones culturales, So debe adaptarse a las duras realidades de una tierra extranjera manteniendo sus tradiciones y cultura chinas. So, un artista marcial experimentado, decide abrir una escuela de artes marciales en los EE. UU., con el objetivo de impartir sus conocimientos a estudiantes aspirantes. Resulta que este no es el momento más oportuno para establecer una operación dirigida por chinos en medio de la sociedad estadounidense. Muchas compañías ferroviarias estadounidenses estaban explotando a muchos inmigrantes chinos, obligándolos a trabajar en condiciones inhumanas y tratándolos con absoluto desdén por sus empleadores. Estas duras condiciones de trabajo y el maltrato de los inmigrantes chinos alimentaron el creciente resentimiento y desconfianza de los estadounidenses hacia los chinos. En este entorno traicionero, So y su escuela se convierten en un objetivo atractivo para aquellos que albergan hostilidad hacia los chinos. La mafia local, compuesta por estadounidenses antichinos, tiene un interés particular en cerrar las operaciones de So, viéndolo como una amenaza para su autoridad e influencia en la región. Al ser amenazado por la mafia, So pide ayuda a Wong Kei-Ying, un renombrado artista marcial y amigo cercano de China. Wong, que posee una profunda comprensión de las complejidades y matices de la cultura china, acepta ayudar a So a navegar por este peligroso panorama extranjero. La asistencia que proporciona Wong no solo ayudará a So en su difícil situación, sino que también ayudará a difundir el valor de las artes marciales chinas a la sociedad estadounidense. El viaje de So y Wong forma el núcleo de la historia, un relato apasionante de coraje y resiliencia frente a una hostilidad abrumadora. Con este telón de fondo de tensión y conflicto racial, Fei-Hung/Wong, interpretado por Jet Li, encarna el espíritu de preservación e intercambio cultural, mostrando la rica herencia de las artes marciales chinas. La trama sirve como un testimonio de la capacidad humana de perseverancia en las circunstancias más difíciles. El personaje de Wong en la película, aunque en gran medida se aparta del Fei-Hung histórico, juega un papel fundamental al facilitar el crecimiento de So y su aclimatación a la sociedad estadounidense. A través de la guía de Wong, So desarrolla una apreciación más profunda de la diversa cultura estadounidense, cerrando gradualmente la brecha entre los chinos y los estadounidenses. En última instancia, el clímax de la película se desarrolla en medio de violentos enfrentamientos, intensos combates cuerpo a cuerpo y revelaciones desgarradoras sobre el trato de los inmigrantes chinos en EE. UU. A medida que el conflicto se intensifica, So debe reunir el coraje para defender su herencia china y, al mismo tiempo, reconocer las complejidades de la vida estadounidense. Érase una vez en China y América se erige como una epopeya cautivadora, que resume temas de entendimiento intercultural, tolerancia racial y la resistencia del espíritu humano. A través de su narrativa apasionante y su rico contexto cultural, la película arroja luz sobre un capítulo fundamental pero a menudo pasado por alto en la historia chino-estadounidense, rindiendo homenaje a las luchas, los triunfos y los legados perdurables de los inmigrantes chinos en los EE. UU.
Reseñas
Recomendaciones
