Érase una vez en el Oeste

Érase una vez en el Oeste

Trama

Érase una vez en el Oeste es una película épica del género Spaghetti Western de 1968 dirigida por Sergio Leone, ampliamente considerada como una de las películas más influyentes e icónicas del género. La película cuenta la historia de la inquebrantable determinación de un grupo de constructores de ferrocarriles y su posterior choque con un grupo de forajidos. En esencia, es una historia del avance de la civilización en el salvaje Oeste americano y la fricción que surge entre quienes se aferran a las viejas costumbres y quienes buscan imponer el orden. La película comienza en el ferrocarril de Harlan, un gigante industrial liderado por el coronel John Henry Frade, interpretado por Keenan Wynn. A medida que el ferrocarril comienza su construcción a través del desierto de Arizona, los trabajadores trabajan día y noche para colocar vías y forjar un camino hacia el Océano Pacífico. En Flagstone, un pueblo pequeño y polvoriento al borde de la expansión del ferrocarril, una joven y misteriosa mujer, Jill McBain (Claudia Cardinale), llega buscando un nuevo comienzo. La acompaña su joven hijo, y con su llegada, la atención de una compleja red de personajes se ve sutilmente atraída. Cheyenne, un pistolero despiadado y astuto, interpretado por Charles Bronson, desembarca de un tren, no por casualidad, sino con intención. Cheyenne es una figura misteriosa con un pasado problemático, que se aprovecha de la vulnerabilidad de quienes habitan el pueblo, presentándose flagrantemente como un individuo despiadado. Junto a Cheyenne viajan dos forajidos conocidos, Bill Card y Harry Logan, que en conjunto generan sospechas y premoniciones en los habitantes de Flagstone. A medida que Flagstone se tambalea al borde de la paranoia y la ansiedad, los ciudadanos sienten que se avecina un evento significativo. Su aprensión está bien fundada, ya que el coronel Frade planea comprar su propiedad, sin importar el precio, para dar cabida a sus intereses ferroviarios. Al sentir una mayor amenaza a su existencia, la gente del pueblo no duda en transmitir la noticia de que están interesados en vender, pero con una condición: que todos los residentes reciban un precio justo. Mientras tanto, Cheyenne se presenta en el salón local, donde forma un vínculo con un pistolero retirado, Frank McBain (Henry Fonda). A medida que la relación se profundiza y se desarrolla la confianza, Cheyenne descubre un vínculo común improbable con la gente del pueblo. Todos pretenden protestar contra la supremacía económica del ferrocarril que resultará en la pérdida de su propiedad. Sin embargo, una confrontación inevitable parece inevitable, principalmente porque el coronel Frade trata a la gente del pueblo como si fueran parte de un obstáculo en lugar de pioneros. Esta narrativa está bellamente entrelazada por personajes que desafían la naturaleza inquisitiva de Cheyenne hacia la lealtad y la adhesión. Como un firme defensor de la honestidad y un código moral, encuentra consuelo en la compañía de Frank, ya que ambos han experimentado años de lucha moral en un árido panorama de dilemas morales que ponen a prueba los valores occidentales tradicionales. Este conflicto existencial se convierte en el foco central de la película y refuerza la complejidad del personaje de Cheyenne como una cifra moral dividida entre pertenecer a un código de supervivencia y justicia en tierras de crimen y corrupción endurecidas por la batalla. A medida que aumentan las tensiones en Flagstone, se forjan alianzas entre forajidos y gente del pueblo. A un lado del conflicto se encuentran las fuerzas del orden del coronel Frade, que pretenden construir una nueva visión de la expansión estadounidense, basada en el progreso y el dinero. La venganza de Cheyenne contra el despiadado coronel se intensifica gradualmente, reflejando el conflicto entre los códigos morales y una era industrial en la que había menos remordimiento por aquellos ignorados en la historia. El pueblo está suspendido entre estas dos visiones dispares: progreso sin alma, u honor e integridad humana desafiando el progreso. La película alcanza su clímax cuando Jill, Frank y Cheyenne se resisten a los esfuerzos de captura y disolución de los pistoleros contratados por el ferrocarril. Es aquí donde la venganza de Cheyenne, forjada en los campos de batalla desérticos de su vida pasada, se desarrolla contra el coronel Frade en un enfrentamiento cara a cara. Este enfrentamiento final confirmará qué curso de la historia prevalecerá en última instancia. Como tal, el desenlace evoluciona en última instancia a lo largo de líneas marcadas y emocionales. En cumplimiento del orden natural de la realidad que gobierna la vida, donde los 'débiles' deberían tener pocas posibilidades, la película se resuelve transformando las virtudes morales y sociales a escala personal e individual en realidades finales, catastróficas y sangrientas. Toda una odisea del género Western, con grandísimos actores.

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Érase una vez en el Oeste screenshot 3

Reseñas

N

Nadia

Alright, partner, lay your eyes on this: A harmonica wails a mournful tune under the unforgiving sun. Dust devils dance across a parched landscape, mirroring the swirling dance of death about to unfold. This ain't your typical gunslinger flick, no sir. Sergio Leone ain't just telling a story; he's crafting a myth. A myth of the West, a myth of greed, and a myth of men who've got nothin' left to lose. This ain't a film you watch; it's a film you *feel*, right down to your bones.

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6/20/2025, 2:12:58 PM
N

Nora

Brought tears to my eyes, making up for the regret of missing the Leone Film Festival in Shanghai last September. When the main theme started, a wave of emotion washed over me: this is how a martial arts film should begin – a vast, desolate expanse of desert. During the extreme close-ups, a girl's silhouette flickered across the bottom of the screen, creating a stark contrast. In those intense gazes, whether on the side of good or the villainous railroad man, people are filled with belief and hope for this (Western) world, waiting for the train to arrive.

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6/18/2025, 12:51:36 AM
J

Joseph

When the film was first released in the United States, it was heavily trimmed by the distributors due to its excessive length, resulting in a muddled and ambiguous narrative structure.

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6/17/2025, 12:51:45 PM
D

Daniel

The West I've set foot upon is etched in two parts: one, a land where golden sands relentlessly assault the face; the other, where iron rails rumble, carrying echoes into the distance. The Western men I've come to hold dear are also two: one, rooted in the soil, now gone; the other, a drifter, journeying onward. The sounds of the West I've heard are twofold: the mournful strains of a harmonica, a lament across the plains; and the swift, decisive crack of a gun, severing bonds with a lethal finality. The Western time I've known exists in two tales: one drenched in sweat, clinging desperately to the specter of death; the other, like clear water, flowing with the promise of a new dawn.

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6/17/2025, 7:26:26 AM
S

Samantha

There are two kinds of movies that leave me speechless. The first is the utterly bland and forgettable kind. The second is...this movie.

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6/16/2025, 9:40:13 AM