Saint Seiya: La Diosa Malvada Eris

Saint Seiya: La Diosa Malvada Eris

Trama

En un mundo de guerreros divinos, donde los dioses mismos asumen el manto de protectores y salvadores, surge una nueva amenaza en la forma de Eris, la Diosa de la Discordia. Nacida del caos primordial, Eris tiene una larga historia de encender conflictos y luchas entre los dioses. Su última encarnación se presenta en la forma de una huérfana de buen corazón llamada Eri, que ha sido adoptada por Saori, la reencarnación de Athena. Mientras los Santos de Bronce, liderados por Seiya, Hyōga y Shun, visitan a Saori en el orfanato, no son conscientes de la inminente perdición que se cierne sobre su amada líder. Eri, huérfana ella misma, ha simpatizado con Hyōga, y cuando las estrellas se alinean, pasan una velada romántica contemplando los cuerpos celestes. Hyōga, en un momento de vulnerabilidad, le pide a Eri que pida un deseo a una estrella fugaz, sin ser consciente de la oscuridad que se esconde en su interior. A medida que las emociones de Eri se intensifican, de repente queda cautivada por la estrella fugaz y vaga por el bosque, impulsada por una fuerza más allá de su control. Allí, se topa con una manzana dorada, una reliquia antigua imbuida del poder de Eris. Es en este momento de contacto que despierta la diosa dentro de Eri, y es poseída por el espíritu malévolo de Eris. Bajo el control de Eris, la huérfana Eri experimenta una transformación drástica, a medida que su comportamiento se vuelve cada vez más errático y siniestro. Regresa al orfanato, con la intención de encontrar a Athena y llevar a cabo el malvado plan de Eris. Athena, sintiendo la oscuridad dentro de Eri, es secuestrada por la huérfana poseída. Se deja un mensaje para los Santos de Bronce, y emprenden un peligroso viaje para rescatar a su líder. Su camino los lleva al templo de Eris, una estructura amenazante que se cierne sobre las montañas. A medida que se acercan al templo, se encuentran con una visión escalofriante: cinco guerreros, conocidos como los Santos Fantasma, montan guardia en la entrada. Entre ellos se encuentra Maya de Sagitario, una guerrera que empuña el signo del zodíaco de la flecha, que tiene la capacidad de ver en el alma misma de sus oponentes. Orfeo de Lira, un músico hábil, utiliza el sonido divino de su instrumento para desorientar y debilitar a sus enemigos. Christ de la Cruz del Sur, con su poderosa fuerza y resistencia, representa la fuerza inquebrantable de la Cruz. Jan de Scutum, con su astucia y estrategia, se ha ganado el apodo de Tateza, que significa "derribar al enemigo". Por último, está Jäger de Orión, un guerrero misterioso envuelto en un aura de peligro e intimidación. La lucha entre los Santos de Bronce y los Santos Fantasma está en marcha, mientras luchan por el control del templo y la cautiva Athena. Seiya, Hyōga y Shun, impulsados por su espíritu inquebrantable y su lealtad a su líder, cargan hacia adelante, listos para enfrentar lo que esté por delante. La batalla continúa, con los Santos de Bronce empleando todas sus habilidades y técnicas para tratar de derrotar al formidable conjunto de guerreros que custodian el templo. A medida que navegan por el terreno traicionero y superan los desafíos establecidos por Eris, las apuestas se vuelven cada vez más altas. Con cada obstáculo superado, los Santos de Bronce se acercan a su objetivo final: rescatar a Athena y frustrar el plan de Eris para la dominación mundial. Sin embargo, a medida que la lucha llega a su clímax, los Santos de Bronce comienzan a darse cuenta de que su enemigo más temible puede no ser los Santos Fantasma, sino la oscuridad que se extiende dentro del corazón de su propia especie.

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Reseñas