El año de mi graduación

Trama
El año de mi graduación, una película de comedia estadounidense de 2022 dirigida por Alex Hardcastle, profundiza en la historia de Stephanie Conway, una mujer que ha estado atrapada en coma durante casi dos décadas. La película comienza con un montaje de los vibrantes días de escuela secundaria de Stephanie como una animadora popular, irradiando confianza y belleza. Sin embargo, un accidente cambia el curso de su vida, dejándola en un coma que dura veinte largos años. Al recuperar la conciencia, Stephanie (interpretada por Rebel Wilson) descubre que ha estado dormida durante dos décadas y, al descubrir que ahora tiene treinta y siete años, se siente abrumada por una mezcla de emociones: confusión, ira y tristeza. Para hacer frente al cambio drástico, Stephanie toma el asunto en sus propias manos al regresar a su alma mater, Spring Creek High School, donde decide completar su último año y revivir los días de gloria de su juventud. Las motivaciones de Stephanie para perseguir este objetivo inusual están impulsadas principalmente por el deseo de convertirse en reina del baile de graduación, un título que se le negó en el momento de su accidente. Ella está decidida a recuperar el tiempo perdido y crear una nueva realidad para sí misma. Aunque ahora parece mayor y más sabia, su espíritu sigue siendo el de una estudiante de secundaria, y pronto se decide a recrear la vida que dejó atrás. A medida que Stephanie navega por su nuevo entorno, se encuentra con muchas de las personas a las que consideraba amigas en su adolescencia. Sin embargo, el paso del tiempo ha creado una sensación de desconexión, lo que deja a Stephanie preguntándose si alguien está dispuesto a aceptarla de nuevo en sus vidas. A pesar de los desafíos, se mantiene resuelta en su búsqueda del título de reina del baile, impulsada por el deseo de cierre y validación. En su regreso a la escuela secundaria, Stephanie se reconecta con sus antiguos amigos y conocidos, quienes se sienten a la vez divertidos y desconcertados por su repentina reaparición. Descubre que todos han seguido adelante con sus vidas, y sus vidas han cambiado drásticamente, lo que lleva a una sensación de aislamiento. Stephanie también se encuentra compitiendo con una antigua compañera de clase, la popular animadora Celia (interpretada por otra actriz), cuya carrera como reina del baile se ha convertido en una inevitabilidad a lo largo de los años. Celia inicialmente parece ser la única rival importante de Stephanie, pero a medida que avanza la película, queda claro que ella también ha experimentado su propia transformación y ha superado sus días de escuela secundaria. La presencia de Stephanie en la escuela causa revuelo entre profesores y estudiantes, y algunos de sus antiguos compañeros la ven como una forastera que ha regresado demasiado tarde para su experiencia en la escuela secundaria. Las reacciones hacia ella abarcan una amplia gama de emociones, desde conmoción y confusión hasta diversión y empatía. Una de las relaciones más importantes de la película se desarrolla entre Stephanie y Matt, un ex jugador de fútbol (interpretado por Joel McHale), quien sigue siendo su mayor aliado. Matt comparte la pasión de Stephanie por el espíritu de la escuela secundaria y le brinda apoyo mientras supera los desafíos de volver a encajar en su antigua rutina. Sus interacciones muestran las complejidades de las relaciones humanas, que a menudo implican una mezcla de nostalgia y la necesidad de seguir adelante. A medida que Stephanie se embarca en este nuevo viaje, también lidia con las realidades de su coma de veinte años y sus secuelas. Sus experiencias, aunque agridulces, contribuyen a su crecimiento y autodescubrimiento. Se enfrenta a la perspectiva de enfrentarse a una realidad que está lejos de su juventud idealizada, y comienza a comprender la importancia de apreciar cada momento de su vida. La película culmina en una confrontación agridulce en el baile de graduación de la escuela secundaria. Stephanie, habiendo crecido y madurado, debe confrontar su propia identidad y decidir si realmente merece convertirse en reina del baile de graduación o si ya ha ganado algo mucho mayor. A pesar de las probabilidades, está decidida a demostrar que todavía tiene algo que ofrecer a sus antiguos compañeros y a las personas que le importan. El año de mi graduación es, en última instancia, un retrato honesto de las luchas que enfrentan las personas cuando se encuentran con cambios dramáticos en sus vidas. Al navegar por estos temas a través de una protagonista peculiar y con la que es fácil identificarse, la película crea una historia sincera que desafía a la audiencia a cuestionar sus propias elecciones de vida y a celebrar su individualidad.
Reseñas
Recomendaciones
