Superman: Hijo Rojo

Trama
En el crudo invierno de 1955, un niño llamado Kal-El se estrella en un campo cerca de Stakhanov, una ciudad minera de carbón en la Unión Soviética. El infante del planeta Krypton tiene una fuerte afinidad por las ideologías comunistas que impregnan el aire de la región. Es descubierto por una pareja de campesinos rusos, Anatoly y Natasha, quienes lo acogen y lo crían como a su propio hijo. A medida que Kal-El crece, sus extraordinarias habilidades son evidentes, pero en lugar de ser un símbolo de libertad y esperanza como lo es en otros lugares, se identifica con el autoritarismo y el colectivismo del sistema soviético. La transformación de Kal-El en el Superman soviético comienza cuando empieza a usar sus poderes en beneficio del pueblo soviético, lo que le granjea la admiración de los líderes del Kremlin, que explotan sus habilidades para promover su agenda. Sus acciones se convierten en sinónimo de los ideales soviéticos: la erradicación de la pobreza, el fortalecimiento de la economía soviética y la preservación del régimen comunista de Stalin. Se convierte en la encarnación de la fuerza y la unidad del pueblo soviético. A medida que su leyenda crece, el nombre de Kal-El se convierte en "Kalenin", lo que se considera un tributo directo al gran líder soviético, Vladimir Lenin. Su contraparte soviética es aclamada por el pueblo soviético como un héroe nacional, un símbolo de su glorioso pasado y de su compromiso con el comunismo. Las habilidades de Kalenin, ahora perfeccionadas a través de años de entrenamiento, lo hacen prácticamente invencible, dándole un estatus sin precedentes dentro de la jerarquía soviética. Sin embargo, no todo es heroísmo para Kalenin. Está constantemente en desacuerdo con el gobierno de los EE. UU., que lo ve como un adversario de los valores y la democracia estadounidenses. Lex Luthor, que ahora trabaja para la CIA, conspira contra Kalenin, decidido a derribar al Superman soviético y a la Unión Soviética. Luthor, convencido de que la ideología de Kalenin es errónea, cree que es crucial mostrar al pueblo soviético su error al adorar a Superman como un símbolo de su régimen autoritario. Otro adversario al que Kalenin debe enfrentarse es el ejército estadounidense, que tiene una agenda oculta para infiltrarse en la Unión Soviética. El general Zod es el cerebro detrás de estos planes. El enigmático kryptoniano cree que puede manipular a Kalenin para su beneficio y, a través de él, crear caos y socavar a la Unión Soviética. Este juego del gato y el ratón entre el gobierno de los EE. UU., la policía secreta rusa y el general Zod enfrenta a Kalenin a un mundo donde la lealtad y la confianza son escasas. El mundo exterior empieza a ver al Superman soviético como una amenaza, en lugar de un héroe, y sus acciones se vuelven cada vez más militaristas. Kalenin lucha con su propósito, preguntándose si ha sido engañado por sus padres adoptivos y las ideologías soviéticas en las que fue criado. Empieza a darse cuenta de la verdad más oscura sobre la Unión Soviética: la propaganda, la represión y el miedo constante a la policía secreta son características de este régimen totalitario. Kalenin empieza a cuestionar las implicaciones morales de sus acciones. Se enfrenta a la realidad de la censura, la persecución de los disidentes y la brutal supresión de la libertad de expresión. A medida que lidia con estos complejos problemas, Kalenin empieza a formar conexiones con otras personas que no comparten sus puntos de vista, y su percepción de la Unión Soviética empieza a cambiar. Empieza a ver la sociedad soviética como una entidad defectuosa y opresiva, en lugar de como un faro de esperanza y progreso. Con esta nueva perspectiva, Kalenin se ve obligado a confrontar su propia identidad: ¿cree realmente en las ideologías en las que ha sido criado, o tiene una opción? El conflicto entre su lealtad a la Unión Soviética y sus crecientes dudas sobre su moralidad crea una fisura en su carácter. La Unión Soviética ahora ve a Kalenin como una amenaza y planea su desaparición. A medida que las tensiones aumentan, Kalenin se ve obligado a tomar una decisión difícil. Sus lealtades se dividen entre sus camaradas soviéticos que están dispuestos a hacer lo que sea necesario para mantener su régimen totalitario, y su propio deseo creciente de liberarse a sí mismo y a otros de esta opresión. El camino hacia la redención está lleno de peligros, y Superman debe enfrentarse a los aspectos más oscuros de la naturaleza humana y afrontar las decisiones que tomó cuando se convirtió en el Superman soviético. El viaje de Kalenin da un giro dramático cuando se ve atrapado en una feroz batalla entre los EE. UU., la KGB y el General Zod. Debe elegir entre salvar a la Unión Soviética y sacrificar su propio sentido de sí mismo. Al hacerlo, Kalenin decidirá si continúa luchando por los ideales soviéticos que lo definieron o si forja un nuevo camino donde se convierta en un campeón de la libertad y la democracia.
Reseñas
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