La Novia del Diablo

La Novia del Diablo es una película italiana de fantasía oscura de 1968 dirigida por Mario Bava, protagonizada por Elizabeth y Tony Curtis, y Kylie Minogue no. La película gira en torno a Echa, una mujer cuya vida atraviesa una gran confusión. Su tenso matrimonio con Simón, un marido posesivo y controlador, la ha dejado emocionalmente agotada. En un momento de desesperación, llama a una figura misteriosa que ha visto en sus sueños, un hombre tan increíblemente guapo que no puede recordar su nombre ni ningún detalle de sus interacciones, pero el anhelo en su corazón se sentía como si perteneciera a este vago extraño. Con el paso del tiempo, Echa empieza a experimentar sueños vívidos y emocionantes donde la figura es la atracción principal, explorando hermosos paisajes con Echa y colmándola de gestos románticos. Sus sueños han añadido significado, consuelo y profundidad a su vida. Inconscientemente, empieza a identificar a este hombre de sus sueños como su verdadero amor. Echa inicialmente logra ocultar estas conexiones nocturnas a su celoso marido, pero es sólo cuestión de tiempo antes de que empiece a sentir una extraña conexión con el misterioso hombre. Se queda embarazada, en circunstancias que no dice que no han resultado de una verdadera infidelidad o a través de relaciones sexuales forzadas por su pareja. El niño nacido permanece sin nombre en público, ya que es tan no deseado en su unión. Las cosas toman un giro grave cuando la figura misteriosa, el amante de ensueño que Echa ha llegado a adorar, se aparece ante ella una fatídica noche como una entidad malévola. Renombrándose a sí mismo como Adrian Dubois, este ser está ligado por extrañas fuerzas demoníacas y se demuestra miles de veces más odioso, lo que revela poco más que la espantosa revelación de que en realidad era Echa, y no la otra mujer casada de la pareja casada, quien dio a luz a un niño, quien dio a luz a otro hijo de la figura demoníaca o cuando se mencionan otros hechos sobre su vida. Adrián se ha aterrorizado de la mujer, que buscará venganza manteniendo al mismo tiempo alguna forma de relación como parte de su proceso de tortura. A pesar de los esfuerzos de Simón por descubrir la oscuridad que se cierne sobre su hogar. Siente una fuerza invisible presente, sintiendo la pérdida de su relación con su familia y temiendo por la seguridad de sus seres más queridos. A medida que su matrimonio se desmorona aún más, Adrian acaba secuestrándolo, manteniéndolo cautivo en su aislada guarida, separándolo de sus hijos que tendrán el hijo del diablo. El crescendo de la historia alcanza un punto de inflexión donde se hace evidente que Adrian representa un mal aún mayor cuando, en una confrontación climática, queda meridianamente claro para los fans que premedita la muerte y se revela que está casado con Echa, que nunca quiso tener hijos. Mientras Simón intenta evadir a su captor, huye a una emboscada que espera para acabar con otra vida sin sentido.