La Hija del Mariscal

Trama
La Hija del Mariscal, una comedia western ligera, es un producto de su tiempo, que muestra la floreciente fama de su actriz principal, Laurie Anders. Como intérprete popular en The Ken Murray Show, el carisma y la frase pegadiza de Anders, "¡Me encantan los espa-a-a-cios abiertos!" había cautivado al público, lo que llevó a Murray a sacar provecho de su popularidad y producir este western de bajo presupuesto. La historia comienza con Laurie Dawson, interpretada por Anders, como una hija enérgica y vivaz del mariscal estadounidense Dawson (Hoot Gibson). El mariscal, un hombre de la ley con un fuerte sentido del deber, tiene la tarea de aprehender al notorio forajido Trigger Gans (Bob Duncan). Como las hazañas de Trigger representan una amenaza para la pacífica gente del pueblo, Laurie decide unir fuerzas con su padre para llevar al forajido ante la justicia. En su entusiasmo, Laurie idea un plan para disfrazarse de bandido enmascarado, asumiendo astutamente el alias de "La Viuda Negra". Esta decisión le permite infiltrarse en la banda de Trigger y recopilar información valiosa que les ayudará a ella y a su padre en su búsqueda. El personaje de Laurie Dawson es entrañable y optimista, exuda una sensación de inocencia y un anhelo de aventura que es difícil de resistir. Sin embargo, los esfuerzos de Laurie no están exentos de desafíos. La banda de Trigger está compuesta por individuos despiadados, incluido un socio corpulento y amenazante (interpretado por Preston S. Foster) que representa una amenaza importante para la seguridad de Laurie. Además, el comportamiento severo y las costumbres anticuadas de su padre a menudo conducen a malentendidos humorísticos con su enfoque más despreocupado para resolver la situación. La película también presenta una aparición de Preston S. Foster, un actor experimentado conocido por su versatilidad en varios géneros. Como un adversario robusto y formidable, el personaje de Foster forma una alianza improbable con Trigger, agregando un elemento de complejidad a la historia. La presencia de Johnny Mack Brown, Jimmy Wakely y Buddy Baer, quienes se representan a sí mismos en una broma interna dentro de la película, agrega una capa adicional de meta-humor. A lo largo de la película, el espectador disfruta de una abundancia de chistes cursis y juegos de palabras que, aunque pretenden evocar el humor, a menudo resultan cursis y artificiosos. Las imágenes de archivo, extraídas de westerns anteriores, se utilizan liberalmente en este drama del oeste, lo que enfatiza aún más sus orígenes de bajo presupuesto. A pesar de sus defectos, La Hija del Mariscal sigue siendo una reliquia nostálgica de una época pasada, una que evoca una sensación de optimismo y esperanza. La representación de Laurie Dawson como una heroína feroz y decidida que se niega a ser restringida por las convenciones sociales de la época, resuena en los espectadores y la convierte en una figura memorable en el cine occidental. En última instancia, La Hija del Mariscal, como película, se encuentra en algún lugar intermedio: una mezcla de encanto genuino y artificialidad obvia, atenuada por su sensibilidad específica del período y su intento de aprovechar la popularidad de su actriz principal. Sin embargo, su tono alegre y su atractivo nostálgico probablemente resonarán en el público que se deleita con el atractivo retro de este tipo de películas.
Reseñas
Recomendaciones
