Juana de Arco: La Mensajera

Juana de Arco: La Mensajera (1999) es una película de drama histórico que cuenta la historia de la vida y el juicio de Juana de Arco, una heroína francesa que lideró al ejército francés a varias victorias durante la Guerra de los Cien Años. Dirigida por Roman Polanski, la película está protagonizada por Milla Jovovich como Juana de Arco. La película comienza en 1429, donde conocemos a una joven Juana de Arco, interpretada por Lindsay Clark, que está trabajando en la granja de su padre en Domremy, Francia. A pesar de ser una devota católica, Juana comienza a tener visiones y escucha voces que cree que son enviadas por Dios. En estas visiones, ve al rey francés, Carlos VII, coronado como el legítimo gobernante de Francia, y se siente obligada a cumplir esta profecía. Juana deja su pueblo y viaja a Vaucouleurs, donde conoce a Robert de Baudricourt, un comandante del ejército francés. Ella lo convence de que Dios la ha elegido para liderar al ejército francés a la victoria contra los ingleses, y él acepta proporcionarle una escolta para llevarla a ver al rey francés. En la corte real, Juana conoce a Carlos VII y lo convence de su misión divina. Él acepta dejarla liderar al ejército francés en la batalla, y le dan una armadura y un estandarte con la imagen de la Virgen María. Las campañas militares de Juana están marcadas por varias victorias contra los ingleses, incluida la captura de Orleans, que había estado sitiada durante más de un año. Sin embargo, no todo el mundo está convencido de la inspiración divina de Juana, y sus acciones comienzan a llamar la atención tanto de los franceses como de los ingleses. A medida que la estrella de Juana se eleva, también lo hacen las preocupaciones sobre su comportamiento y la validez de sus visiones. Ella comienza a verse a sí misma como una líder y una profeta, en lugar de simplemente una mensajera de Dios. Esta nueva confianza es efímera, sin embargo, ya que finalmente es capturada por los borgoñones mientras lidera un ejército en París. Juana es juzgada en Rouen, donde enfrenta cargos de herejía y brujería. La película termina con la dramática y conmovedora defensa de Juana, donde reafirma su fe en Dios y su convicción de que fue elegida para llevar a Francia a la victoria. A pesar de su valentía y convicción, Juana finalmente es declarada culpable y quemada en la hoguera. A lo largo de la película, Polanski utiliza una mezcla de drama, acción y rigor histórico para dar vida a esta fascinante historia. Las actuaciones del elenco, en particular la de Milla Jovovich como Juana de Arco adulta, también son notables. En general, Juana de Arco: La Mensajera es una película poderosa y que invita a la reflexión que explora temas de fe, deber y las complejidades de la naturaleza humana.