El Navegante

Trama
El Navegante, estrenada en 1924, es una comedia muda dirigida por Buster Keaton, conocida por su astuta mezcla de humor slapstick, comedia física y elementos de aventura. La película es considerada a menudo como una de las mejores obras de Keaton y muestra su impresionante talento cómico. Rollo Treadway (interpretado por Buster Keaton) es un rico heredero de una fortuna petrolera, y a pesar de su privilegiada educación, es impulsivo y algo ingenuo. Cuando Rollo ve a su bella vecina de la alta sociedad, Betsy O'Brien (interpretada por Kathryn McGuire), queda inmediatamente prendado de ella y decide proponerle matrimonio cuando ella llega al muelle para el SS Peacock, un lujoso transatlántico. Sin embargo, sus planes se ven rápidamente frustrados cuando Betsy lo rechaza, alegando que no siente nada por él. Sin inmutarse y aún queriendo tener una aventura memorable, Rollo decide abordar el SS Peacock y embarcarse en un crucero en solitario que originalmente había imaginado como su luna de miel. Zarpa con su amigo, un aristócrata esnob pero bienintencionado llamado Spud (interpretado por Frederick Keelson), quien intenta disuadir a Rollo de su impulsiva decisión. Mientras tanto, sin que Rollo lo sepa, Betsy ha logrado reservar un billete en el barco correcto, solo para descubrir, una vez a bordo, que es la única pasajera de una reunión social en un barco separado. Sintiendo vergüenza y bochorno, Betsy decide irse y abordar el SS Navarine, un barco menos lujoso pero algo más antiguo que acaba de zarpar. Como el destino quiso, Rollo también está en el SS Navarine, que zarpa en un curso similar al del SS Peacock, pero en una dirección completamente diferente. Con Rollo y Betsy en el barco equivocado, se produce una serie de malentendidos y desventuras cómicas. La actitud despreocupada de Rollo y su falta de consciencia sobre su entorno lo convierten en el blanco perfecto para bromas y gags. Mientras intenta desenvolverse dentro la jerarquía social del barco, con frecuencia se encuentra en situaciones ridículas, desde beber champán accidentalmente en lugar de agua hasta quedar atrapado en una bodega de carga. A pesar del caos que causa, Rollo sigue siendo optimista y bondadoso, ganándose los corazones de la tripulación y los pasajeros del barco con su naturaleza afable. Mientras tanto, Betsy está luchando por adaptarse a sus inesperadas nuevas circunstancias. A medida que se instala en su nuevo entorno, comienza a darse cuenta de que el SS Navarine no es tan lujoso o cómodo como el SS Peacock, y que le espera una aventura desafiante. Sin embargo, también se siente atraída por Rollo, quien, a pesar de su ingenuidad y riqueza, es genuinamente amable y encantador. A medida que el SS Navarine y el SS Peacock navegan más cerca de su destino, los caminos de Rollo y Betsy continúan cruzándose de maneras cada vez más absurdas y emocionantes. Desde una persecución salvaje por los pasillos del barco hasta un rescate emocionante que involucra un bote destartalado y una tormenta traicionera, los dos protagonistas se encuentran en una serie de posiciones precarias que ponen a prueba su coraje, ingenio y trabajo en equipo. En todo esto, El Navegante exhibe las impresionantes habilidades de Buster Keaton como comediante físico, con una serie de intrincados y bien ejecutados trucos que muestran su increíble agilidad y resistencia. Ya sea balanceándose de una cuerda, esquivando objetos o montando en la barandilla de un barco, Keaton realiza cada truco con facilidad y precisión, haciendo que el clímax de la película sea aún más emocionante y memorable. Al final, el SS Navarine y el SS Peacock finalmente se encuentran, y Rollo y Betsy se ven obligados a asumir sus sentimientos mutuos. A pesar de los malentendidos iniciales y el caos que han causado, descubren que sus decisiones impulsivas los han llevado a algo inesperado: el amor. La conclusión de la película es un ejemplo clásico de un final de comedia 'muda', con Rollo y Betsy abrazándose y compartiendo un tierno momento, mientras que el reparto de apoyo observa con diversión y deleite. El Navegante termina con una nota alegre y gozosa, consolidando el estatus de Keaton como uno de los más grandes comediantes de la era del cine mudo.
Reseñas
Recomendaciones
