Expediente X: Quiero Creer

Expediente X: Quiero Creer es una película estadounidense de ciencia ficción y suspense sobrenatural de 2008 dirigida por Chris Carter, también creador de la serie de televisión Expediente X. La película tiene lugar seis años después de los eventos de la serie de televisión y trae de vuelta a los agentes del FBI Fox Mulder y Dana Scully. La historia comienza con un descubrimiento espantoso: dos niños pequeños son secuestrados en el bosque, y uno de ellos es encontrado muerto con una X grabada en el pecho. Este evento desencadena una reacción en cadena, y un sacerdote local, el Padre Francis, contacta con el FBI en busca de ayuda. Él cree que Mulder es el único que puede ayudarlo a desentrañar el misterio. Mulder, todavía impulsado por su implacable búsqueda de la verdad, inicialmente duda en involucrarse. Sin embargo, cuando se entera de que dos agentes del FBI, Monica Reyes y John Doggett, se dirigen al lugar para investigar, decide unirse a ellos. Al llegar, Mulder conoce a una mujer misteriosa y silenciosa llamada Janke, que afirma tener información sobre los secuestros. A medida que se desarrolla la investigación, Mulder, Scully y los nuevos agentes descubren una red de conspiraciones y secretos en torno a las desapariciones. Descubren que todas las víctimas tenían una cosa en común: una experiencia previa cercana a la muerte. El equipo comienza a sospechar que hay más en la historia de lo que parece. La naturaleza obsesiva de Mulder se apodera de él cuando se convence de que su hermana, Samantha, que desapareció 20 años antes, está de alguna manera conectada con los eventos que se desarrollan. Scully, por otro lado, es más escéptica e intenta mantener su mentalidad analítica, pero a medida que surge más evidencia, comienza a cuestionar la imposibilidad de las teorías de Mulder. El papel del Padre Francis se vuelve crucial cuando revela que ha estado recibiendo visiones perturbadoras sobre los secuestros. Él cree que las víctimas están siendo tomadas por una entidad oscura que está manipulando al gobierno para que haga su voluntad. Cuanto más profundiza Mulder, más se convence de que Samantha está en el centro de una conspiración gubernamental. A medida que la historia llega a su clímax, Mulder y su equipo descubren una conexión entre las desapariciones y una mina local donde se realizaban experimentos con niños. Las fuerzas siniestras detrás de las desapariciones están tratando de traer una nueva era para la humanidad, una en la que el gobierno trabajará mano a mano con una entidad alienígena para mantener el control sobre la población. La confrontación final tiene lugar en la mina abandonada, donde Mulder y Scully se enfrentan a los conspiradores. Se revela que Janke es una jugadora clave en el complot siniestro, ya que ha sido manipulada para participar. En el calor del momento, Mulder y Scully deben usar sus habilidades únicas para rescatar a los niños y detener el experimento. La película concluye con Mulder reflexionando sobre el caso, preguntándose si la verdad es solo una fantasía y si la búsqueda de ella vale la pena. Scully, por otro lado, es vista contemplando su propio lugar en el mundo, cuestionando si cree en lo sobrenatural o si es solo la imaginación hiperactiva de Mulder. En última instancia, Expediente X: Quiero Creer explora los temas de la fe, la duda y las líneas borrosas entre la realidad y lo desconocido. Deja al público con una sensación de incertidumbre y plantea más preguntas de las que responde, una característica que recuerda a la serie de televisión. La película rinde homenaje a la serie original al tiempo que introduce nuevos elementos e hilos argumentales que expanden el universo creado por Chris Carter.