El Gran Hotel Budapest

En la pintoresca República de Zubrowka, enclavada en las colinas ondulantes de Europa Central, el Gran Hotel Budapest se erige como un faro de elegancia y sofisticación en la turbulenta década de 1930. Es aquí donde Gustave H, un conserje de encanto y fineza incomparables, se ha hecho un nombre como el mejor experto en hospitalidad de la industria. El ingenio y los instintos agudos de Gustave le han valido una reputación formidable, y es venerado por la clientela adinerada y exigente del hotel. Gustave, interpretado por Ralph Fiennes, está acompañado por su confiable botones, Zero Moustafa, interpretado por Tony Revolori, un joven de ojos brillantes e impresionable que se ha unido recientemente al personal del hotel. La inocencia de Zero y su fascinación por el mundo de Gustave lo convierten en el protegido perfecto, y los dos forman rápidamente un vínculo que trasciende la típica relación empleador-empleado. Zero está cautivado por el carismático exterior de Gustave y los elaborados planes que inventa para cortejar a los huéspedes ancianos y a menudo excéntricos del hotel. La tragedia golpea cuando la huésped más antigua y leal del hotel, Madame Celine, fallece en circunstancias misteriosas. Zero acompaña a Gustave al funeral de Madame Celine, donde conocen a su familia, en particular a su nieta fogosa y decidida, Agatha, interpretada por Saoirse Ronan. Agatha está decidida a que se cumplan los últimos deseos de Madame Celine, pero sus parientes más astutos no están tan interesados en honrar las obligaciones de su familia. Mientras tanto, Gustave y Zero se ven envueltos en una compleja red de engaños, robos y conspiraciones. El renombrado botánico y coleccionista de arte, Dmitri Desgoffe-und-Taxis, pone sus ojos en la preciada colección de Madame Celine, que incluye una pintura renacentista invaluable, una sola rosa del exquisito conjunto familiar Boujadouli, transmitida por la fallecida Madame Celine. Cuando Zero toma la pintura por error cuando visitaron a Madame Celine, el robo equivocado envía a toda la ciudad al caos. Gustave y Zero se embarcan en una serie de aventuras de alto riesgo, que incluyen grandes atracos, disfraces elaborados y fugas meticulosamente planificadas. En el camino, son perseguidos por el despiadado y astuto inspector Coppola y el igualmente despiadado y torpe sargento Paz De La Jara, quienes no se detendrán ante nada para capturar a Gus y Zero. Mientras tanto, Agatha se enreda cada vez más en sus escapadas, presenciando de primera mano la inquebrantable dedicación de Gustave a Zero, su pasión por la aventura y su inquebrantable sentido del orgullo y la lealtad. A medida que las apuestas aumentan, Zero se convierte en un peón involuntario en un emocionante juego del gato y el ratón entre las ricas y poderosas facciones que compiten por la herencia de Madame Celine. Gustave, sin embargo, demuestra ser más que un encantador conserje de hotel, ya que demuestra una resolución inquebrantable para proteger a Zero y asegurarse de que se haga justicia. La película culmina en un emocionante enfrentamiento en el Gran Budapest, cuando Gustave, Zero y Agatha se enfrentan a las fuerzas y facciones en competencia que luchan por el control del legado de Madame Celine. En el acto final conmovedor y visualmente impresionante de la película, Zero relata la historia de las hazañas de Gustave, compartiéndola con una pequeña reunión de compañeros sobrevivientes y un Zero mayor y más sabio, interpretado por Jude Law, como una forma de honrar a su difunto mentor y amigo. A lo largo de la película, el Gran Hotel Budapest se convierte en un personaje por derecho propio, con su intrincada arquitectura, sus hermosos adornos y sus exquisitos detalles que revelan la profundidad de la creación de Gustave. El resultado es un romance caprichoso y visualmente impresionante que presenta un sincero homenaje al poder de la amistad, la lealtad y el espíritu indomable de aquellos atrapados en la agitación del siglo XX.