Atormentada
Trama
Atormentada (1949) A principios del siglo XIX, Charles Adare, un aristócrata irlandés, viaja a Australia en busca de un nuevo comienzo tras verse involucrado en un trágico accidente que le ha dejado con una pesada conciencia. Es recibido por su primo, Richard Nolan, quien acaba de ser nombrado nuevo gobernador de Nueva Gales del Sur. Al llegar, Charles conoce a Madeline Baillie, una mujer hermosa y enigmática que, en el pasado, estuvo relacionada con su primo, pero su vínculo se vio empañado por su oscuro historial como ex convicta. A pesar de haberse reformado, su reputación la precede y muchos en la sociedad la miran con sospecha y desdén. Mientras Charles se familiariza con las duras realidades de la vida colonial, comienza a desarrollar sentimientos por Madeline, quien está decidida a redimirse a través de sus buenas obras. Sin embargo, su incipiente romance se ve amenazado por los secretos que los rodean, incluidos el problemático pasado de Madeline y su conexión con un misterioso extraño de sus días de convicta. Mientras tanto, Richard Nolan lucha con su nuevo rol como gobernador, dividido entre su deber de servir a la colonia y su deseo de proteger a su primo y ayudarlo a encontrar la redención. El trío se enreda en una compleja red de emociones, culpa y retribución, ambientado en el telón de fondo de la temprana historia colonial de Australia. Dirigida por Alfred Hitchcock, 'Atormentada' es un drama que invita a la reflexión y explora temas como la moralidad, la clase social y la redención en el duro entorno de la Australia del siglo XIX. La película presenta actuaciones sobresalientes de sus protagonistas, incluyendo a Ingrid Bergman como Madeline Baillie, Charles Laughton como Richard Nolan y Joseph Cotten como Charles Adare. Con su cinematografía atmosférica, una narración matizada y una tensión psicológica, 'Atormentada' es una película apasionante y cargada de emoción que demuestra la maestría de Hitchcock en el género dramático.
Reseñas
Jack
First time watching a Hitchcock film, and the subtitles were terrible, out of sync by two or three seconds, and the last 15 minutes switched to French audio, unbelievable! Technically, it's impressive. Besides the beautiful color palette and painted backdrops, Hitchcock deliberately shows off with complex, in-depth long takes that move around. The plot, however, is a disaster. Except for the male lead, every character is either an extreme, a freak, or a complete bitch. It was too frustrating to watch. Two and a half stars.
Annie
"Bogdanovich told a French critic that they considered *Under Capricorn* one of his best pictures," Hitchcock recounted, "because they saw the film for itself – not just what they expected." Hitchcock elaborated: "Here's a Hitchcock film, a costume picture and hardly a thriller. No suspense throughout. I remember one Hollywood critic said that it took 105 minutes before you had your first thrill. They came with an expectation, which wasn't fulfilled. That was the biggest mistake of the picture. Also, the casting was probably wrong. It's a story about a lady and a stableman. Bergman fell in love with the stableman, Joseph Cotten, who was a convict, and went out to Australia..."
Thiago
Australia, a continent rife with sinners and a reluctance to speak of sins, sets the tone for the film. The confrontation between law and sentiment, embodied by the governor and the colonial merchant, carries multiple layers of meaning. The housekeeper, Milly (reminiscent of *Rebecca*), and the mistress, Henrietta, vie for the affections of the master, Flusky. Meanwhile, the governor's cousin, Adare, and Flusky both vie for Henrietta’s affection. Flashbacks reveal a past where Flusky and Henrietta's brother competed for her hand. These intertwined triangles blur the lines between guilt and innocence, ultimately pointing to the depths of the human heart.
Messiah
My taste must be seriously out of sync with the last century – I find Ingrid Bergman both affected and unattractive. For the first several minutes, I thought she was completely mad. Directed by Alfred Hitchcock.
