Una llamada perdida

Una llamada perdida es una película de terror estadounidense de 2008 dirigida por Eric Bross. La película sigue la historia de Beth Raymond (Shannyn Sossamon), una estudiante universitaria que descubre que ha recibido un misterioso mensaje de voz de su yo futuro, advirtiéndole sobre una inminente tragedia. A medida que Beth profundiza en el misterio detrás de estos ominosos mensajes, comienza a descubrir una oscura historia que rodea los números de teléfono malditos. Pronto se da cuenta de que cuando alguien escucha el mensaje de voz dejado por su yo futuro, está condenado a encontrar el mismo destino espantoso representado en el mensaje. La trama de la película se desarrolla como una serie de eventos aparentemente no relacionados, cada uno involucrando a un personaje que ha recibido uno de estos siniestros mensajes. A medida que avanza la historia, Beth se obsesiona con descubrir la verdad detrás de los números de teléfono malditos y prevenir su propia muerte. Mientras tanto, un grupo de amigos, incluyendo a Yumi (Lena Liedquist) y Brian (Edward Burns), se ven envueltos en el misterio cuando comienzan a recibir sus propios mensajes de voz inquietantes. A medida que aumenta el número de muertos, el grupo debe trabajar en conjunto para descubrir la verdad detrás de los números de teléfono malditos antes de que sea demasiado tarde. Una llamada perdida es un thriller tenso y lleno de suspense que explora los temas del destino, la mortalidad y las consecuencias de jugar con fuerzas que están más allá del control de uno mismo. Con sus inteligentes giros argumentales y su inquietante atmósfera, la película mantendrá a los espectadores al borde de sus asientos hasta el final.