Alexander y el día terrible, horrible, espantoso, horroroso

Trama
El día de Alexander comenzó como cualquier otro, pero desde el principio, el desastre golpeó. Se despertó y encontró un chicle pegado en el pelo, una molestia aparentemente trivial que estaba a punto de convertirse en una serie de eventos que harían su día peor de lo que jamás podría haber imaginado. Sus padres, Phil y Kelly, todavía estaban dormidos, ajenos al caos que se desarrollaba ante ellos. Mientras Alexander intentaba liberarse de los mechones pegajosos, golpeó su lámpara de noche, enviándola al suelo con un fuerte golpe. La repentina conmoción despertó a los padres, quienes saltaron de la cama para investigar la causa del ruido. Fue entonces cuando fueron recibidos por la imagen de un chicle pegado en el pelo de Alexander, lo que provocó un gemido improvisado en ambos. Sus intentos de extraer el chicle se encontraron con la resistencia de Alexander, que ahora se frustraba con el lío pegajoso en su pelo. Sus padres intentaron varios medios para desalojarlo, desde usar mantequilla para intentar aflojar el adhesivo, hasta recurrir a un método desesperado y algo poco ortodoxo que involucraba un par de pinzas. A medida que avanzaba la mañana, las calamidades de Alexander continuaron acumulándose. Derramó café en su camisa nueva mientras se apresuraba a prepararse para la escuela, perdió su bolígrafo favorito e incluso logró cerrar las llaves dentro del coche. Sus padres, que inicialmente se mostraron comprensivos con su difícil situación, comenzaron a perder la paciencia. Su madre, en particular, parecía estar al límite, luchando por ocultar su exasperación a medida que el día empeoraba progresivamente. Pero el día de Alexander era solo el comienzo. Su padre, Phil, un hombre aparentemente ordinario con un trabajo de oficina mundano, comenzó a tener su propia racha de mala suerte. Tan pronto como entró en la oficina, su taza de café se rompió en el suelo, causando una escena que llevó a una discusión a gritos con su jefe. La tensión en la oficina era palpable, y a medida que avanzaba el día, se produjeron más percances. Su ordenador se bloqueó, su grapadora se atascó y una alarma de incendios se activó en la sala de descanso, lo que obligó a todos a evacuar las instalaciones. Mientras tanto, la madre de Alexander, Kelly, estaba teniendo un momento terrible en la tienda de comestibles. Su carrito seguía estorbando, derribando latas y botellas mientras intentaba navegar por los pasillos abarrotados. Mientras se extasiaba con los productos, accidentalmente derribó una exhibición completa de jugosos tomates, dejando un rastro de pulpa roja en el suelo. Los compradores a su alrededor miraban consternados, y los empleados de la tienda parecían estar haciendo todo lo posible para ocultar sus sonrisas. De vuelta en casa, los hermanos de Alexander, Anthony y Annie, estaban entrando en una rivalidad propia. Los dos discutían por un par de entradas para un concierto popular, y las cosas escalaron rápidamente mientras peleaban por el premio en disputa. Sus discusiones llevaron a un acalorado debate, y ambas partes se negaron a ceder. En el calor del momento, derribaron una lámpara, enviando fragmentos de vidrio volando por todas partes. A medida que avanzaba el día, cada miembro de la familia se encontró enfrentando su propio conjunto de problemas, que iban desde la entrevista de trabajo fallida de Anthony hasta la tarea arruinada de Annie. Los padres de Alexander, Phil y Kelly, estaban al límite, su paciencia y compostura se desvanecían. Parecía como si todos estuvieran en medio de una pesadilla sin fin, cada uno tratando de sobrevivir al día sin perder la cabeza. A medida que los eventos alcanzaron un crescendo, la familia se dio cuenta de que habían estado tan absortos en sus propias luchas personales que se habían perdido de vista el uno al otro. Era como si todos hubieran estado sonámbulos por sus vidas, sin darse cuenta de las calamidades que los rodeaban. La realización se dio cuenta de ellos, y en ese momento, algo cambió. Comenzaron a ver que no estaban solos en su miseria y que su día terrible, horrible, espantoso, horroroso era solo eso: un solo día. Al final, la familia pudo unirse y encontrar una medida de consuelo en la compañía del otro. El pelo de Alexander finalmente estaba libre de chicle, y Phil había logrado rescatar lo que quedaba de su ordenador. La entrevista de trabajo de Anthony había terminado en un resultado menos que desastroso, y la tarea de Annie había sido rescatada de la destrucción. Aunque su día había sido un desastre, habían aprendido una valiosa lección: que incluso en los momentos más terribles, horribles, espantosos y horrorosos, la familia está ahí para ayudar a superarlo.
Reseñas
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