Annabelle: La Creación

Annabelle: La Creación es una precuela de la serie Expediente Warren (The Conjuring), que cuenta los eventos que llevaron a la creación de una de las muñecas más infames de la historia del terror. La película gira en torno a Samuel Müller, un hábil artesano que, junto con su esposa Esther, dirige un negocio de fabricación de muñecas de porcelana en su aislada mansión. La pareja ha estado luchando por superar la trágica pérdida de su joven hija Annabelle, que murió prematuramente. La historia tiene lugar en 1946, en Londres, después de la Segunda Guerra Mundial. Samuel, en un intento de canalizar su dolor en su trabajo, comienza a crear una serie de muñecas de porcelana en honor a su esposa. Esther, si bien comprende las motivaciones de Samuel, sigue siendo escéptica sobre su utilidad para ayudarlo a sobrellevar la muerte de su hija. Un día, una monja llamada Hermana Charlotte se acerca a la puerta de la mansión de los Müller, ofreciendo una propuesta: unirse al orfanato local en la fabricación de muñecas de porcelana como un taller interno, utilizando las habilidades del artista recientemente paralizado. La promesa de esta oportunidad toca el corazón de Samuel, permitiéndole un sentido de propósito y posiblemente restaurando su oficio a su antigua gloria. Inicialmente, Samuel acepta la oferta y la Hermana Charlotte selecciona a varias jóvenes de varios orfanatos y todas son llevadas a la mansión de los Müller para unirse al taller de Samuel. Entre las jóvenes seleccionadas hay un grupo de niñas provenientes del cercano orfanato de St. Benedict, donde han conocido la tragedia de primera mano y han mostrado una notable resistencia y esperanza para ayudar a Samuel a sobrellevar sus antecedentes de orfandad. La Hermana Emily, una huérfana hermosa, aunque ligeramente excéntrica, llamada Janice y la amiga de Janis, dirigen una expedición a la creación de cientos de muñecas. Dados los talentos excepcionales del fabricante de muñecas, su trabajo florece a medida que sus empleadas aprenden varias habilidades y ayudan a devolver la vida a las muñecas hechas con precisión y artesanía. Sin embargo, sucesos espeluznantes comienzan a plagar gradualmente la mansión de los Müller, en gran parte debido a la sensibilidad de una niña al ambiente de miedo y terror que atrapa el hogar. Samuel finalmente se da cuenta de que Annabelle Higgins, de once años, una niña espeluznante y desnutrida con un pasado particularmente inquieto, muestra una fortaleza mental inigualable y, con un nivel de percepción único e inquietantemente alto, reconoce signos de maldad. Tras una reflexión inicial sobre sus antecedentes, está claro que puede haber hecho que Annabelle reaccionara adversamente tras su inusual encuentro esa noche. En última instancia, estos acontecimientos hacen que Annabelle parezca exudar una presencia de otro mundo. La Hermana Charlotte es testigo de primera mano de cómo Annabelle a menudo atrae inadvertidamente sucesos extraordinarios de naturaleza malévola desde el momento en que entra en el taller. Según su relato, es casi como si fuera capaz de amplificar las energías destructivas y posiblemente servir como una especie de conducto oscuro al horror que aterroriza el hogar. Sea lo que sea lo que esté en juego aquí, la Hermana sabe bien que si se queda allí mientras cuida de los espíritus a través de una serie de rituales inútiles, comenzará a desmoronarse uno por uno. Después de una espantosa confrontación con visiones espeluznantes que resultan en sus lesiones en un trágico clímax que desafía la lógica y la fe, Samuel decide que deben acabar con esta presencia. En un clímax tenso y premonitorio, Samuel debe confrontar y poner fin a la presencia de Annabelle. Un ritual aparentemente rutinario, en cambio, se desarrolla en una sensación instantánea de caos total. Samuel da cada paso posible para deshacerse de Annabelle, pero sabemos que una serie de eventos inevitablemente se desmoronarán y se cobrarán vidas en una oscura narrativa que se desarrollará en los años venideros.