Becky

Becky es una película slasher estadounidense de 2020 dirigida por Jonathan y JP Sparrow y escrita por Scott Beck y Bryan Woods. La película se desarrolla en una casa remota en el lago, donde el fin de semana de Becky (Lulu Wilson) con su padre, Jefferson (Kevin James), se convierte en una lucha desesperada por la supervivencia. La historia comienza con Becky, una estudiante de secundaria rebelde e ingeniosa, y su padre, un ex agente de la ley que ahora lucha por conectarse con su hija. Se embarcan en una escapada de fin de semana a una casa aislada junto al lago, con la esperanza de fortalecer su vínculo a través de tiempo de calidad juntos. La tensión entre ellos es palpable mientras navegan por su compleja relación. Al llegar, descubren que la casa está aislada, rodeada de densos bosques y un largo camino de entrada. La tranquilidad de sus alrededores dura poco, ya que una patrulla de policía es emboscada, y dos convictos, Travis (A.J. Bowen) y Vince (John Brennan), escapan de la custodia. Sin que Becky y Jefferson lo sepan, estos prisioneros fugados se dirigen directamente a su remota casa junto al lago, que resulta ser el antiguo hogar de uno de los convictos. Cuando empieza a caer la noche, la pareja se instala para pasar una velada relajante. Sin embargo, la paz se rompe cuando Travis y Vince llegan a la casa, junto con dos cómplices, Matt (Austin Abrams) y Dustin (Dean Weigandt). El grupo de convictos no tiene intención de causar ningún daño, pero exige que Becky y Jefferson los cuiden, proporcionándoles comida, refugio y otras necesidades básicas. Inicialmente cooperativos, Becky y Jefferson pronto se dan cuenta de que son víctimas de una situación retorcida. Las expectativas del grupo aumentan desde las necesidades básicas hasta las demandas extremas, incluido el acceso a la caja fuerte de la casa, que creen que contiene dinero en efectivo. Este descubrimiento desencadena una cadena de eventos violentos a medida que los convictos comienzan a ejercer su control sobre el hogar. A medida que aumentan las tensiones, la casa se convierte en una zona de guerra. Becky, decidida a proteger a su padre, usa su astucia e ingenio para tratar de ser más astuta que los convictos. Busca herramientas y utiliza su conocimiento de la casa para burlar y evadir al grupo. Mientras tanto, Jefferson tiene dificultades para hacer frente al trauma de su pasado, lo que complica aún más su vínculo. A lo largo del caos, se intensifica una intensa lucha de poder entre Becky y el grupo. Como su padre le falla, la responsabilidad recae en Becky, quien debe hacerse cargo de la situación. Usando todos los trucos de su libro, intenta mantener a los convictos a raya y mantenerse a salvo ella y su padre. Travis y Vince inicialmente emergen como miembros aparentemente benévolos del grupo, sin embargo, sus verdaderas intenciones se revelan más tarde, mostrando su naturaleza sádica. A medida que la situación se intensifica, las tácticas de Becky se vuelven más agresivas, lo que refleja su desesperación por mantener a su padre con vida. La narrativa de la película toma un giro más oscuro cuando Becky se da cuenta de que su padre tiene una caja fuerte oculta que contiene dinero, lo que alimenta inadvertidamente el comportamiento violento de los convictos. La situación se sale de control cuando Becky y su padre hacen un intento desesperado por escapar de la casa. En última instancia, el ingenio y la determinación de Becky se ponen a prueba en un violento enfrentamiento contra el grupo de convictos. Con las apuestas en su punto más alto, Becky debe enfrentar las duras realidades de la violencia, el trauma y la supervivencia para garantizar su propia seguridad y proteger a su padre. Al final, Becky logra ser más astuta que el grupo, mostrando resiliencia y valentía. Su nueva comprensión de su propia fuerza sirve como una conclusión conmovedora a una narrativa intensa y llena de suspenso.