Boy

Trama
Boy es una película neozelandesa de comedia dramática de 2010 sobre el despertar a la edad adulta, dirigida por Taika Waititi y escrita por Waititi y Frances Whaipati. Ambientada en el verano de 1984, en la escarpada costa este de Nueva Zelanda, la película gira en torno a Boy, un excéntrico y devoto fanático de Michael Jackson de 11 años que intenta navegar por su vida y encontrar su lugar en el mundo. La historia se cuenta a través de los ojos de Boy, mostrando su mundo imaginativo, moldeado por la música de Michael Jackson. Ha construido una elaborada fantasía en torno a su ídolo, a menudo vistiéndose con una chaqueta roja y un sombrero a juego, y representando escenas del video de 'Billie Jean'. Boy pasa la mayor parte de sus días soñando con el moonwalk y practicando sus movimientos de baile frente al espejo. La vida de Boy da un vuelco cuando Ali (James Rolleston), un chico de 11 años de modales toscos, entra en su vida. Ambos tienen una profunda admiración por Michael Jackson, lo que crea un vínculo entre ellos mientras comparten sus fantasías y sueños. Ali ha sido liberado recientemente de un centro de corrección y está ansioso por reconectarse con la familia de Boy. Sin embargo, su comportamiento brusco a menudo conduce a malentendidos y tensiones. Lo que pone en marcha la vida de Boy, sin embargo, es la llegada de su padre ausente durante mucho tiempo, Alamein (Taika Waititi). Un ladrón en apuros en la década de 1970, Alamein ha regresado a Nueva Zelanda después de años de ausencia, buscando una bolsa de dinero que enterró en el bosque. La madre de Boy, Mere (Rena Owen), duda en confiar en su esposo después de años de abandono y negligencia, pero acepta a regañadientes dejarlo quedarse por un corto período. A medida que Alamein se instala, Boy se fascina con las historias de su padre sobre resolución de crímenes y gánsteres, lo que despierta un deseo interno de experimentar el mundo más allá de su pequeño pueblo. Los dos se embarcan en una serie de aventuras salvajes y emocionantes, muy parecidas a los personajes de las historias de Alamein. Sus aventuras, aunque mal encaminadas e imprudentes, a menudo los enfrentan al resto de su comunidad. Por el contrario, la influencia más realista de Ali ayuda a equilibrar la fantasía y la imprudencia del mundo de Boy. La familia de Ali lo ha acogido a pesar de su pasado problemático y, a través de esta experiencia, Boy vislumbra lo que es vivir con una familia y ser amado por ella. Mientras tanto, la madre de Boy, Mere, hace todo lo posible por mantener unida a la familia, lidiando con las consecuencias del regreso de Alamein y la inminente partida de Boy a un centro residencial administrado por el estado. La presencia de Alamein también lleva a Mere a reevaluar su relación, obligándola a afrontar las complejidades de su situación y sus propias emociones. A medida que avanza la historia, Boy enfrenta desafíos en múltiples frentes. Lucha por adaptarse a la realidad, enfrentar las duras realidades del mundo y equilibrar su mundo de fantasía con la dureza de la vida. Su relación con su padre se vuelve cada vez más complicada a medida que las travesuras de Alamein ponen en peligro a su familia. A pesar de sus defectos y errores, Boy sigue siendo un hijo leal y cariñoso, que siempre busca probarse a sí mismo ante su familia. A través de sus relaciones, particularmente con Ali, Boy comienza a comprender la importancia de la lealtad, la amistad y el valor de tener personas que genuinamente se preocupan por él. En última instancia, la historia de Boy es un conmovedor cuento sobre el paso a la madurez que desafía las convenciones de las películas tradicionales sobre el paso a la madurez. La película aborda temas como la identidad, la familia y la pertenencia de una manera sensible y auténtica. Es un testimonio de la visión de Waititi que la película nunca se basa en estereotipos o clichés, y en cambio, profundiza en las complejidades y matices de la cultura juvenil de Nueva Zelanda en la década de 1980. La película presenta una cinematografía impresionante, que captura los paisajes escarpados e impresionantes de la costa este de Nueva Zelanda. Los efectos visuales son mínimos y, en cambio, dejan que las actuaciones y la autenticidad brillen. La interpretación de James Rolleston como Boy da vida a un héroe único e imaginativo, mientras que el Alamein de Taika Waititi demuestra ser una presencia defectuosa y convincente en la vida de Boy.
Reseñas
Recomendaciones
