Burning

Trama
Burning es una película de suspense surcoreana dirigida por Lee Chang-dong, basada en la novela 'Burnng' de Ciege Choi, aunque en realidad se basa en la novela de 1998 'Come, Come, Byoung-Ho' y la novela real 'Burning' se basó en una historia de un japonés, Haruki Murakami, 'Barn Burning' que no se usó en la película. La película comienza mostrando la vida mundana de Jong-su (interpretado por Yoo Ah-in), un repartidor que es visto caminando por las calles de la ciudad en su moto, con el rostro reflejando aburrimiento y apatía. Su vida carece de emoción, sus días se funden misericordiosamente unos con otros. Sus interacciones con sus compañeros de trabajo son forzadas y pasa la mayor parte de su tiempo libre perdido en sus pensamientos. Sin embargo, su vida da un giro interesante cuando se topa con Hae-mi (interpretada por Jeon Jong-seo), una chica que antes vivía en su vecindario pero que se había mudado hace algún tiempo. Ella se pone al día con Jong-su cuando le pide un favor. Se va de viaje a Äfrica y se pregunta si le importaría vigilar a su gato mientras está fuera. Jong-su está de acuerdo, y la película hace un pequeño desvío hacia el mundo de la vida caprichosa de Hae-mi. Sin embargo, esta breve tregua de la monotonía de su vida es efímera. Antes de que Jong-su pueda siquiera procesar el extraño mundo de Hae-mi, ella regresa, esta vez con una figura enigmática llamada Ben (interpretado por Steven Yeun), a quien conoció durante su viaje. Resulta que Ben es carismático y seguro de sí mismo, con una arrogancia que hace que Jong-su se sienta incómodo y fuera de lugar. La dinámica entre Ben y Hae-mi es intrigante, por decir lo menos. Parece sugerir una profunda conexión emocional entre ellos, una que es a la vez intensa y sofocante. A medida que Ben se instala, comienza a revelar aspectos de su personalidad que Jong-su encuentra intrigantes. La película adquiere un tono ligeramente voyeurista, con Jong-su actuando como una mosca en la pared, observando las interacciones entre Ben y Hae-mi. Un día, Ben le cuenta a Jong-su sobre su 'hobby'. Habla sobre cómo trabaja en una editorial, pero su verdadera pasión reside en escribir una novela. Lo interesante es que está obsesionado con el concepto de incendio provocado. Su idea es prender fuego a un viejo granero en una granja abandonada en una de las islas rurales frente a la costa de Corea, solo para ver arder el mundo. Intrigado por esto, Jong-su se siente atraído por Ben, al igual que Ben se ha sentido atraído por Hae-mi. Comienza a observar a Ben más de cerca, tratando de comprender las complejidades de su personalidad. Existe una cierta sensación de asombro que Jong-su siente cuando está en presencia de Ben. Sin embargo, a medida que pasan los días, Jong-su también comienza a notar el lado más oscuro de la personalidad de Ben. Ben es malhumorado e introspectivo, con destellos de ira que son difíciles de ignorar. La tensión entre Ben y Hae-mi se vuelve cada vez más palpable, dejando a Jong-su sintiéndose atrapado en el medio. A pesar de su creciente inquietud, Jong-su se siente cada vez más atraído por el mundo de Ben. Comienza a cuestionar su propia existencia y las elecciones que ha hecho en la vida. En cierto modo, Ben es como un catalizador, que obliga a Jong-su a confrontar el vacío de su vida. El clímax de la película es a la vez intenso y desgarrador. Es como ver un choque de trenes en cámara lenta: no puedes apartar la vista, aunque sabes que terminará en un desastre. Sin revelar demasiado, Ben prende fuego al granero y las consecuencias son catastróficas. A medida que se desarrolla la película, Lee Chang-dong plantea preguntas sobre el significado de la vida y el impacto que tenemos en los demás. Jong-su se ve obligado a confrontar el vacío de su existencia y las decisiones que ha tomado en la vida. En cierto modo, Ben es como una señal de advertencia, un recordatorio del poder destructivo de la obsesión. Al final, la película nos deja con una inquietante sensación de incomodidad, mientras reflexionamos sobre las consecuencias de nuestras acciones. Burning es una película que te dejará perturbado, pero también introspectivo, obligándote a confrontar los aspectos más oscuros de la naturaleza humana.
Reseñas
Recomendaciones
