Una vida a lo grande

En un futuro cercano, Noruega ha encontrado una forma de abordar las terribles consecuencias de la superpoblación al permitir que las personas se sometan a un procedimiento revolucionario llamado Reducción. Esta innovadora tecnología, desarrollada por un científico noruego llamado Jørgen Baxter, reduce a las personas a solo diez centímetros de altura, lo que les permite vivir cómodamente en comunidades en miniatura especialmente diseñadas que conservan los recursos y minimizan su huella ambiental. Paul Safranek, interpretado por Matt Damon, es un terapeuta ocupacional de buen corazón que vive en St. Paul, Minnesota, con su esposa Audrey, interpretada por Kristen Wiig. Están luchando para llegar a fin de mes y, a pesar de sus mejores esfuerzos, están a punto de perder su casa debido a dificultades financieras. Cuando se topan con la clínica del Dr. Baxter, se les presenta una oportunidad extraordinaria para reducir su tamaño y vivir una vida de lujo dentro de la comunidad en miniatura de Leisureland. Después de someterse al procedimiento, Paul se encuentra en Leisureland, donde la pareja se instala en su nuevo hogar, diseñado para satisfacer todas sus necesidades. Sin embargo, las cosas se complican rápidamente cuando Paul y Audrey pronto se dan cuenta de que la comunidad no es tan utópica como habían imaginado. Los residentes se dividen en castas sociales, con los más ricos que viven en extravagantes mansiones en miniatura, mientras que los que no pueden pagarlo residen en alojamientos más pequeños y estrechos. Mientras Paul navega por este nuevo mundo, se hace amigo de una mujer llamada Dusan Mirkovic, interpretada por Christophe Waltz, que es un viejo conocido de su vida pasada. Dusan es un hombre de negocios astuto y de lengua afilada que ha hecho una fortuna explotando a la comunidad reducida para su propio beneficio. A pesar de sus diferencias iniciales, Paul se siente atraído por la naturaleza carismática de Dusan y los dos desarrollan una compleja amistad. Mientras tanto, el matrimonio de Paul con Audrey comienza a desmoronarse a medida que ella se desencanta cada vez más con su nueva vida. Mientras lucha por adaptarse a las limitaciones de su hogar en miniatura, comienza a anhelar la libertad y el espacio que alguna vez tuvieron. Paul, sintiéndose impotente y desesperado por salvar su relación, recurre a Dusan en busca de consejo, y juntos elaboran un plan para iniciar una pequeña empresa dentro de la comunidad, lo que les permitiría vivir una vida más plena y posiblemente reparar su matrimonio. Sin embargo, sus planes pronto se complican por una serie de eventos que revelan el lado más oscuro de Leisureland. A medida que Paul se enreda más en la política y las luchas de poder de la comunidad, descubre que el procedimiento de reducción se ha visto envuelto en controversia. Muchas personas se han sometido al procedimiento sin comprender completamente sus implicaciones, lo que ha provocado consecuencias imprevistas y una sensación de desilusión entre los residentes. A medida que Paul lidia con estas revelaciones, se encuentra en desacuerdo con los líderes de la comunidad, que no se detendrán ante nada para mantener su poder y estatus. En un giro sorprendente, se revelan las verdaderas intenciones de Dusan y Paul queda tambaleándose por las consecuencias de su asociación con él. Al final, Paul se ve obligado a aceptar las duras realidades de su nueva vida y los compromisos que ha hecho. Mientras reflexiona sobre las decisiones que ha tomado, comienza a ver el mundo que lo rodea bajo una luz diferente. En una conclusión conmovedora, Paul vuelve a su tamaño normal, no sin antes compartir un último secreto con Audrey. Este agridulce final deja a la audiencia con una sensación de esperanza y renovación, ya que Paul y Audrey tienen una segunda oportunidad para reconstruir su relación y redescubrir una vida que realmente les pertenece.