Arrástrame al Infierno de Asfalto

Arrástrame al Infierno de Asfalto es un thriller criminal dirigido por S. Craig Zahler, ambientado en un mundo duro e implacable donde las líneas entre el bien y el mal se difuminan constantemente. La película sigue el viaje de dos agentes de policía veteranos, Richter (Mel Gibson) y Lake (Vince Vaughn), que son suspendidos de sus funciones después de que aparezca un vídeo que muestra sus tácticas agresivas hacia un sospechoso. Richter, el mayor y más experimentado de los dos, es un hombre fuera de tiempo. Una reliquia de una época pasada, es un policía duro y sensato que se niega a adaptarse a los tiempos cambiantes. Su compañero más joven, Lake, es un individuo volátil y temperamental, propenso a arrebatos de ira y frustración. Sus personalidades contrastantes siempre los han convertido en un dúo volátil, pero su suspensión sirve como catalizador para una serie de eventos que pondrán a prueba su asociación, su moral y sus propias vidas. A medida que el frenesí mediático en torno a su suspensión alcanza su punto máximo, Richter y Lake se encuentran con poco dinero y sin otras opciones. Tienen facturas que pagar y sus familias cuentan con ellos. Sin otra forma de llegar a fin de mes, deciden tomar el asunto en sus propias manos y embarcarse en una apuesta desesperada. Planean llevar a cabo una serie de robos, apuntando a empresarios y propietarios ricos con la esperanza de obtener el dinero que necesitan para salir adelante. Su primer golpe es un trabajo de poca monta, dirigido a un hombre de negocios conocido por su riqueza y arrogancia. El plan es colarse en su mansión, atarlo y escapar con sus objetos de valor. Sin embargo, las cosas no salen según lo planeado. El temperamento de Lake le juega una mala pasada y termina brutalizando al empresario, dejándolo por muerto. Richter está horrorizado por las acciones de su compañero y se ve obligado a intervenir, pero no antes de que llegue la familia del empresario, lo que lleva a una violenta confrontación. Las secuelas del atraco fallido ponen en marcha una cadena de eventos que llevarán a Richter y Lake aún más abajo por el agujero del conejo. Son arrastrados a un mundo de crimen organizado, donde se encuentran con una figura siniestra conocida solo como Henry Johns (Thomas M. Wright), una figura despiadada y astuta del inframundo que tiene una cuenta que saldar con su ex jefe. A medida que Richter y Lake se ven envueltos en este mundo de crimen, comienzan a darse cuenta de que sus acciones tienen consecuencias. Son arrastrados más profundamente al abismo, obligados a confrontar sus propios códigos morales y la verdadera naturaleza de su asociación. Richter está horrorizado por la violencia y la corrupción que lo rodean, mientras que Lake se siente atraído por el poder y la libertad que conlleva ser parte de este mundo. El título de la película, Arrástrame al Infierno de Asfalto, se refiere al mundo brutal e implacable en el que se encuentran Richter y Lake. Son arrastrados por el asfalto, obligados a confrontar su propia fragilidad y mortalidad en un mundo desprovisto de empatía o compasión. El título también sirve como metáfora de la forma en que estos dos personajes son desgastados por el sistema, obligados a confrontar las duras realidades de sus propios fracasos. A lo largo de la película, Zahler explora temas de masculinidad, corrupción y el colapso del sueño americano. Richter y Lake son dos hombres a los que el sistema les ha fallado, obligados a tomar decisiones que comprometerán sus valores y su humanidad. Son productos de un mundo que ha olvidado la importancia de la compasión y la empatía, y como resultado son arrastrados por el asfalto. A medida que la película alcanza su clímax, Richter y Lake se encuentran atrapados en una lucha desesperada por la supervivencia. Son perseguidos por Johns y su equipo, que no se detendrán ante nada para verlos destruidos. En una impresionante muestra de violencia y brutalidad, la película culmina en una confrontación que dejará solo a uno de los dos hombres en pie. Arrástrame al Infierno de Asfalto es una representación valiente e implacable del lado oscuro del sueño americano. Es una película que desafía a su audiencia a confrontar las duras realidades de un mundo que valora las ganancias y el poder por encima de todo lo demás. A través de los personajes de Richter y Lake, Zahler explora el costo humano de la corrupción, el colapso del sueño americano y las devastadoras consecuencias de un mundo que ha perdido el rumbo.