Electric Boogaloo: La salvaje e inédita historia de Cannon Films

Electric Boogaloo: La salvaje e inédita historia de Cannon Films

Trama

En los años 70 y 80, Hollywood estaba dominado por los Seis Grandes estudios: Warner Bros., Universal, Paramount, Columbia, 20th Century Fox y Disney. Sin embargo, entre los estudios gigantes, había un advenedizo rebelde, una pequeña productora independiente que pretendía sacudir los cimientos de la industria cinematográfica. Cannon Film Group, fundada por los emprendedores primos israelíes Menahem Golan y Yoram Globus, era una fuerza a tener en cuenta, enfrentándose a los gigantes y produciendo constantemente películas de acción de alto octanaje que cautivaban al público de todo el mundo. La historia de Cannon Films es una fascinante historia de dos jóvenes que se atrevieron a desafiar las convenciones de la industria cinematográfica. Nacidos en familias judías ortodoxas en Jerusalén, Menahem y Yoram Golan desarrollaron su amor por el cine a una edad temprana. Comenzaron a hacer películas de aficionados juntos, y finalmente ahorraron suficiente dinero para abrir una pequeña productora de cine en Israel. Sus primeros éxitos llamaron la atención de los distribuidores de cine internacionales, lo que les llevó a expandir sus operaciones a Europa. En 1979, los hermanos Golan establecieron Cannon Films USA, con una inversión inicial de 1 millón de dólares. Se instalaron en Los Ángeles, rodeados de los gigantes de la industria cinematográfica, pero sin desanimarse por su competencia más establecida. Con un énfasis en las producciones de bajo presupuesto, la acción de alto octanaje y el cine de explotación, Cannon rápidamente se hizo conocido por producir un flujo constante de películas de Serie B que atraían a un público masivo. El gran avance para Cannon llegó con el lanzamiento de "Breakin'" (1984), una película de baile que se convirtió en un éxito sorpresa. Esta película marcó un punto de inflexión para la empresa, ya que comenzó a atraer la atención de los principales estudios y buscatalentos. Golan y Globus aprovecharon esta nueva exposición para asegurar acuerdos con estrellas más grandes y presupuestos más sustanciales, expandiendo su alcance e influencia en Hollywood. Cannon estaba a punto de convertirse en un nombre familiar, gracias en gran parte a una serie de éxitos que incluyeron "The Delta Force" (1986), "Bloodsport" (1988), "Over the Top" (1987) e "Invisible Kid" (1986). Estas películas, que combinaban artes marciales, acción y ciencia ficción, consolidaron el estatus de la empresa como productora predilecta de cine de alto concepto y bajo presupuesto. La marca era sinónimo de entretenimiento explosivo y lleno de adrenalina, que atraía a millones de fans en todo el mundo. Una de las asociaciones más importantes de Cannon fue con el legendario artista marcial y actor Jean-Claude Van Damme. A finales de la década de 1980, Van Damme colaboró con Cannon en varias películas, entre ellas "Bloodsport" y "Kickboxer" (1989). Estas películas mostraron la mezcla única de destreza de lucha y carisma del actor en la pantalla, catapultándolo al estrellato internacional. La asociación de Van Damme con Cannon marcó un momento crucial en su carrera, consolidando su posición como una de las estrellas de acción más destacadas de la década de 1980. Sin embargo, los días de gloria de Cannon Films no estuvieron exentos de controversia. El rápido ritmo de producción de la empresa, que a menudo resultaba en estrenos apresurados, y la tendencia a favorecer la acción sobre el mérito artístico provocaron críticas de algunos críticos de cine. Además, Golan y Globus eran conocidos por llevar al límite con sus películas más picantes y provocativas, lo que generó debates sobre la censura y el gusto. A pesar de los desafíos, Cannon siguió prosperando. Las innovadoras estrategias de marketing de la compañía y su agudo sentido del apetito del público les permitieron producir constantemente películas exitosas que capturaron el espíritu de la época. Al abrazar el lado más vanguardista del cine, Cannon se labró un nicho que era a la vez distintivo y comercialmente viable. Sin embargo, la época dorada de Cannon Films no duró para siempre. En 1988, la empresa comenzó a sentir la presión de la creciente competencia de la producción de cine independiente y la creciente sofisticación del cine de acción. Además, las luchas internas de poder entre Golan y Globus afectaron a la gestión y la moral de la empresa. A principios de la década de 1990, Cannon se enfrentaba a importantes dificultades financieras y comenzó a reducir sus operaciones. La otrora poderosa Cannon Films cerró finalmente sus puertas en 1993, marcando el final de una era en Hollywood. A pesar de su tumultuosa historia, el legado de Menahem y Yoram Golan perdura, inspirando a las futuras generaciones de productores de cine y empresarios. Su innovador enfoque del cine de acción de bajo presupuesto cambió para siempre el panorama de Hollywood, allanando el camino para que surgieran nuevas voces y visiones. Al final, Cannon Films no era sólo una pequeña productora independiente, sino una fuerza revolucionaria que sacudió los cimientos mismos de la industria cinematográfica. Su impacto se sigue sintiendo hoy en día, en las innumerables películas de acción y thrillers que han seguido sus pasos, inspirándose en el espíritu pionero y la audaz visión de Menahem y Yoram Golan.

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Reseñas