Gunda

Trama
Gunda es un documental de naturaleza de 2020 dirigido por Victor Kossakovsky, un director de cine y guionista ruso. La película ofrece una perspectiva única del mundo natural al centrarse en la vida de una cerda madre, Gunda, y sus compañeros: una vaca llamada Duroc y una gallina a la que le falta una pata. La narrativa en pantalla del documental se desarrolla principalmente en Noruega, en medio del vasto e impresionante paisaje de las áreas rurales del país. Mientras la cámara se desplaza sobre los exuberantes prados y pastizales, al espectador se le presenta inicialmente a Gunda, una cerda robusta y carismática. Gunda, el homónimo sujeto de la película, es una madre devota que cuida a sus lechones recién nacidos con inquebrantable dedicación y cariño. Los lechones son criaturas adorables y vulnerables que requieren la atención y el alimento constantes de su madre. El vínculo materno-filial se retrata maravillosamente en la película, ya que Gunda prodiga afecto y atención a sus crías, enseñándoles habilidades esenciales y protegiéndolos de posibles depredadores. Gunda es retratada como una protectora feroz, una matriarca firme que exige respeto de los animales circundantes. Su porte es autoritario, tranquilo y gentil, lo que refleja su papel como madre. Gunda se mueve por el paisaje con un propósito, buscando comida, socializando con sus compañeros y cuidando a su descendencia. Su presencia está marcada por una presencia tranquilizadora y calmante, un contrapunto a los turbulentos acontecimientos que se desarrollan en la narrativa. Una de las compañeras más cercanas de Gunda es una vaca llamada Duroc. Duroc es una criatura majestuosa y tranquila, cuyo suave mugido resuena por todo el paisaje. Duroc y Gunda participan en una serie de interacciones conmovedoras, caracterizadas por una profunda comprensión y una historia compartida. La cámara captura el lenguaje corporal matizado y las señales vocales entre los dos animales, transmitiendo una sensación de aprecio y respeto mutuos. Su amistad es un testimonio de los profundos lazos que se forman entre los individuos en el mundo natural, incluso entre especies. El tercer personaje principal en la narrativa es una gallina de una pata. La gallina, aunque es un personaje menor, juega un papel crucial en la película, ofreciendo una perspectiva única sobre el mundo natural. A pesar de su imperfección, la gallina es un individuo resiliente e ingenioso, que se adapta a su entorno e interactúa con los otros animales en la narrativa. El director de la película elige centrarse en la gallina como un símbolo del poder de la naturaleza, donde las criaturas no se definen por sus limitaciones, sino por su capacidad para prosperar frente a la adversidad. A lo largo de la película, Kossakovsky emplea su cámara para capturar los intrincados detalles del mundo natural. La cinematografía es impresionante, transmitiendo la belleza y la majestuosidad del paisaje noruego. La cámara sigue a Gunda y a sus compañeros mientras deambulan por los prados, bosques y pastizales, ofreciendo una visión de su vida diaria e interacciones. La narrativa visual se complementa con una banda sonora inquietante y melancólica, que subraya el dramatismo y la vulnerabilidad de los animales. Uno de los aspectos llamativos de la película es su negativa a antropomorfizar o sentimentalizar el mundo natural. Kossakovsky presenta a los animales tal como son, sin imponer emociones o motivaciones humanas. En cambio, la película se centra en el poder puro y la simplicidad de la naturaleza, donde las criaturas interactúan con su entorno y entre sí en una compleja red de relaciones. Este enfoque crea una sensación de desorientación, ya que el espectador se ve obligado a confrontar la inherente complejidad y brutalidad del mundo natural. En uno de los momentos más conmovedores de la película, Gunda y sus lechones son separados de Duroc, dejándolos vulnerables a los depredadores y a las duras condiciones climáticas. Las escenas posteriores son un retrato desgarrador de la supervivencia, ya que Gunda y sus lechones luchan por mantenerse con vida. El uso del tiempo y el espacio en la película crea una sensación de inquietud, ya que el espectador se ve obligado a confrontar la fragilidad de la vida y los peligros que acechan en el mundo natural. En última instancia, Gunda es una película sobre el poder de la naturaleza, donde las criaturas no se definen por sus historias individuales, sino por su presencia y agencia colectivas. El director de la película, Victor Kossakovsky, presenta una meditación sobre el mundo natural, una que se caracteriza por su simplicidad, su poder crudo y su belleza.
Reseñas
Recomendaciones
