¿Salve, Satán?

Trama
¿Salve, Satán? es un documental de 2019 dirigido por Penny Lane que profundiza en el mundo de The Satanic Temple (El Templo Satánico), un grupo que ha estado a la vanguardia de la controversia y el debate. Fundado en 2012 por Lucien Greaves y Malcolm Jarry, el templo busca ampliar los límites de la libertad de expresión, desafiar el statu quo y, según admiten, "desafiar los cimientos de la sociedad". La película comienza con una introducción al Templo Satánico, mostrando sus primeros esfuerzos por crear conciencia y generar debate a través de declaraciones y acciones públicas provocativas. Uno de los ejemplos más notables es su propuesta de escultura de Baphomet de "Siete pies de altura y 1500 libras", que desató la indignación cuando se presentó en el edificio de la rotonda de Detroit. La reacción no fue la que el templo había previsto, y muchos los acusaron de faltar el respeto al cristianismo. A medida que avanza la película, queda claro que el objetivo principal del Templo Satánico no es adorar a Satanás ni participar en ningún tipo de prácticas ocultas. Más bien, su objetivo es cuestionar los valores y las suposiciones que sustentan la sociedad estadounidense moderna. Argumentan que la separación de la iglesia y el estado se está erosionando y que los derechos de los no creyentes se están marginando constantemente. Uno de los aspectos más atractivos de la película es su examen de las campañas más notables del templo, incluido el intento de instalar la estatua de Baphomet en la sede del estado de Oklahoma y el esfuerzo por detener la construcción de una nueva clínica de Planned Parenthood en la ciudad de Nueva York. En ambos casos, los oponentes del templo afirmaron que sus acciones eran una afrenta al cristianismo y una forma de "adoración al diablo". A través de una serie de entrevistas con figuras clave dentro del templo, incluidos Greaves, Jarry y otros activistas, la película explora las motivaciones detrás de sus acciones. Revelan que el templo es una provocación deliberada e irónica, diseñada para superar los límites de lo que se considera aceptable en el discurso público. Sus argumentos a menudo se centran en los principios de la libertad de expresión y el derecho a desafiar la narrativa cultural dominante. El uso del humor y la sátira por parte del templo es un aspecto clave de su estrategia. Al presentarse como un grupo de bromistas provocadores, buscan disipar la tensión que rodea sus acciones y cambiar el enfoque de su mensaje a la reacción exagerada de sus oponentes. Uno de los aspectos más llamativos de la película es su descripción de las personas que se oponen al Templo Satánico. Muchas de estas personas son entrevistadas ante la cámara, revelando un profundo sentimiento de indignación y miedo. Creen que las acciones del templo son una clara amenaza para el orden social y que su mera existencia socava el tejido moral de la sociedad estadounidense. Para muchas de estas personas, el Templo Satánico representa una forma de riesgo existencial, una fuerza que busca constantemente subvertir y socavar los valores que aprecian. Su temor se alimenta de la sensación de que el mensaje del templo se está extendiendo, de que cada vez más personas están comenzando a cuestionar las suposiciones que se les han inculcado desde la infancia. A pesar de la controversia que rodea sus métodos, los líderes del Templo Satánico no tienen intención de dar marcha atrás. Para ellos, lo que está en juego es alto, y la batalla por la libertad de expresión y el derecho a desafiar la narrativa cultural dominante apenas está comenzando. Cuando la película llega a su fin, queda claro que la historia del Templo Satánico está lejos de terminar. La batalla por la aceptación pública, por el derecho a existir como una fuerza en la sociedad estadounidense, probablemente continuará durante muchos años. ¿Salve, Satán? no es simplemente un documental sobre un movimiento provocador; es un testimonio del poder de la libertad de expresión, la importancia de desafiar el statu quo y la lucha perdurable entre aquellos que buscan conformarse y aquellos que buscan subvertir. En última instancia, la película plantea una serie de preguntas profundas sobre la naturaleza de la libertad de expresión, el derecho a desafiar la narrativa cultural dominante y la noción misma de lo que significa ser estadounidense. ¿Es una sociedad que no puede tolerar la existencia de un grupo como el Templo Satánico, incluso si participa en un comportamiento provocador e irreverente, verdaderamente una sociedad que valora la libertad de expresión? ¿O es simplemente una sociedad que no está dispuesta a confrontar las contradicciones y complejidades en el corazón de su propia identidad?
Reseñas
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