Helvetica

Trama
Helvetica es una película que trasciende la mera tipografía, adentrándose en el ámbito de la cultura visual global y su profundo impacto en nuestras vidas. El documental del director Gary Hustwit es una oda a la simplicidad y elegancia de una de las tipografías más omnipresentes del mundo: Helvetica. Estrenada en 2007, la película marca el 50 aniversario de esta icónica fuente, nacida de la necesidad de un texto racional y funcional para ser utilizado en el sistema ferroviario alemán durante la década de 1950. La película comienza examinando el nacimiento de Helvetica, anteriormente conocida como Neue Haas Grotesk, en Haas'sche Schriftgiesserei en Suiza. Fue aquí donde el diseñador alemán Max Miedinger refinó el diseño original, creando una fuente que se convertiría en sinónimo de modernidad y eficiencia. La adopción generalizada de Helvetica a mediados del siglo XX puede atribuirse a su diseño limpio y sin gracias, perfectamente adecuado para la emergente era digital. A medida que profundizamos en la película, la lente se desplaza del contexto histórico a la proliferación actual de Helvetica. Hustwit nos lleva a un recorrido por las principales ciudades del mundo, desde Nueva York hasta Los Ángeles, París hasta Tokio y Londres hasta Berlín, explorando los espacios urbanos que llevan la marca indeleble de Helvetica. Desde gigantescas vallas publicitarias digitales hasta humildes señales de tráfico, la tipografía es omnipresente, proyectando un paisaje visual ubicuo sobre la metrópolis. Sin embargo, Helvetica no es simplemente un observador pasivo en estos espacios urbanos. La narrativa de la película teje un rico tapiz de conversaciones con diseñadores de renombre, como Paula Scher, Massimo Vignelli y Adrian Frutiger. Cada entrevistado aporta una perspectiva única a la discusión, arrojando luz sobre el proceso creativo y las opciones detrás de su uso de Helvetica. Paula Scher, la directora de diseño de Pentagram, relata el momento crucial en que decidió utilizar Helvetica en su ahora icónica señalización de 1985 para el Museo de Arte Moderno de Nueva York. La estética limpia y minimalista resonó en Scher, resonando con su visión de una ciudad moderna. En sus palabras, "Helvetica es una gran palabra, simplemente genial... Me encanta Helvetica como palabra y me encanta como tipografía". Mientras tanto, Massimo Vignelli, un diseñador italiano que, junto con su esposa Lella, fue pionero en el concepto de identidad corporativa, recuerda su papel fundamental en la popularización de Helvetica en los Estados Unidos. El trabajo de la pareja para la Autoridad de Tránsito de los Estados Unidos (1960-1970) introdujo la tipografía a un público estadounidense más amplio, catapultándola a la fama mundial. Vignelli elogia la "neutralidad y versatilidad" de Helvetica, argumentando que se ha convertido en la "lingua franca" del diseño moderno. Adrian Frutiger, otra leyenda del diseño suizo, comparte sus reservas sobre Helvetica, citando sus limitaciones como fuente funcional. Frutiger prefiere la belleza y elegancia de su propio diseño Frutiger, creado para la Organización Internacional de Normalización en 1976. A pesar de sus diferentes opiniones, todos los entrevistados están de acuerdo con el impacto de Helvetica en el diseño moderno. A medida que se desarrolla la película, disfrutamos de un festín visual, presenciando la intrincada danza de Helvetica en los paisajes urbanos. Ya sea la audaz pantalla digital de las vallas publicitarias de Broadway o las discretas señales impresas en el transporte público, la tipografía es una compañera omnipresente en nuestra vida diaria. La capacidad de Helvetica para trascender las barreras lingüísticas y las divisiones culturales es un testimonio de su atractivo universal. A lo largo de la película, Hustwit inteligentemente yuxtapone la manifestación digital de Helvetica con sus aplicaciones más tradicionales. El contraste entre las líneas fluidas y curvilíneas de un anuncio impreso de la década de 1960 y la rígida señalización digital en un rascacielos contemporáneo es una representación visual de la relación en evolución entre los humanos y la tecnología. El estilo de discusión fluido del director, que evita las entrevistas tradicionales en favor de un formato más dinámico inspirado en el documental, sumerge al espectador en el mundo del diseño gráfico. Helvetica se convierte en una especie de antropomorfismo, ilustrando la interconexión del tipo, el espacio y la experiencia humana. En última instancia, Helvetica no es simplemente un tributo a una tipografía; es una exploración matizada de la intrincada red de la cultura visual global. La película plantea preguntas sobre el papel del tipo en la configuración de nuestras percepciones de las ciudades y de nosotros mismos, alentándonos a reexaminar los espacios que habitamos. Una película documental imprescindible para diseñadores gráficos y amantes de la tipografía.
Reseñas
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