Estaré en Casa para Navidad

Estaré en Casa para Navidad es una película de comedia navideña estadounidense de 1998 dirigida por Arlene Sanford y escrita por Tom Schulman. La historia gira en torno a Jacob "Jake" Christopher, un estudiante universitario que se encuentra en un viaje inesperado y arduo de regreso a casa para Navidad. Jake, interpretado por Jonathan Taylor Thomas, es un estudiante universitario que ha sido desheredado por su padre debido a su bajo rendimiento académico. Como resultado, su relación con su padre se ha deteriorado significativamente. Para mejorar su relación y también mejorar su situación académica, Jake decide pasar un semestre estudiando en Londres. Sin embargo, cuando las calificaciones universitarias de Jake comienzan a bajar, el padre de Jake, Christopher (interpretado por Adam LaVorgna con una breve escena de David Krumholtz y luego por Christopher Sieber), envía a Jake de regreso a casa en Nueva York para Navidad. El padre de Jake, como forma de reconciliación, le promete que le dará un Porsche 911 clásico como regalo en su cumpleaños número 20, el día de Navidad. Con la perspectiva de recibir un Porsche, Jake acepta a regañadientes regresar a casa para Navidad, a pesar de su reticencia a estar allí. Al regresar a casa, Jake se encuentra con la hostilidad tanto del rico y estirado asistente de su padre, Tony Thompson (interpretado por Lee Norris), como del equipo de fútbol americano de la alma mater de su padre. Sintiéndose menospreciado e intimidado, la ira de Jake le saca lo mejor de sí y se enfrenta en una pelea con el equipo de fútbol americano. Sin embargo, la situación cambia cuando Jake es abandonado en el desierto de Arizona por el equipo de fútbol americano mientras está vestido como Santa Claus. Sin identificación, sin dinero y sin teléfono, Jake se queda varado en el desierto con temperaturas altísimas y pocas esperanzas de supervivencia. Sin embargo, finalmente se topa con un nativo americano de buen corazón llamado Noah (interpretado por Eric Bruskotter), quien cura a Jake. Mientras tanto, de vuelta en casa en Nueva York, la novia de Jake, Allison "Allie" Henderson (interpretada por Jessica Biel), está muy preocupada por la desaparición de Jake. Sin que ella lo sepa, Eddie (interpretado por Gary Cole), el rival de Jake, se interesa por Allie y le ofrece un aventón a su ciudad natal en Oregón para Navidad. Allie acepta la oferta y los dos se embarcan en un viaje por carretera. A lo largo de su viaje, Jake enfrenta numerosos desafíos, incluidos encuentros con animales salvajes, una serpiente y el calor abrasador del desierto. A pesar de sus esfuerzos por sobrevivir, el ánimo de Jake se eleva cuando finalmente se encuentra con un grupo de turistas amigables, que le brindan comida, refugio y asistencia. Cuando Allie se embarca en su viaje por carretera con Eddie, los dos se acercan y Allie se siente dividida entre su amor por Jake y sus crecientes sentimientos por Eddie. Sin embargo, finalmente se da cuenta de que su corazón pertenece a Jake y decide encontrarlo. El clímax de la película presenta un emocionante viaje por carretera, donde Allie se propone localizar a Jake, quien ya ha llegado a Oregón. En una serie de eventos hilarantes, tanto Jake como Allie navegan por las carreteras del desierto, esquivando obstáculos y percances en el camino. Tras su reunión, Allie y Jake se dan cuenta de que su relación se ha fortalecido durante su tiempo separados. A pesar de las luchas y dificultades iniciales de Jake, aprende la importancia del perdón, la lealtad y el valor de una segunda oportunidad con su familia y sus seres queridos. Al final, Jake finalmente llega a casa en Nueva York, donde es recibido con los brazos abiertos por su familia, incluido su padre. Su padre finalmente decide darle a Jake el Porsche como regalo, simbolizando su nueva apreciación por su hijo y su renovada relación. La película concluye con un mensaje conmovedor sobre la importancia de la familia, el amor y el perdón.