Ingrid Goes West

Trama
Ingrid Goes West, la película de comedia negra dramática de 2017, es una exploración que invita a la reflexión sobre el lado oscuro de la obsesión por las redes sociales. La película profundiza magistralmente en las complejidades psicológicas de Ingrid Thorburn, interpretada por la notable Aubrey Plaza, una joven llevada a la desesperación y la locura por su fijación en su ídolo, la carismática influencer de las redes sociales, Taylor Sloane. Conocemos a Ingrid, una mujer socialmente torpe pero inteligente que parece estar luchando con sus sentimientos de insuficiencia y soledad. Su vida está marcada por el vacío y el aislamiento, subrayados por su reciente ruptura con su novio y su creciente dependencia de su madre, lo que genera tensión y frustración. Sin embargo, todo cambia cuando Ingrid se topa con la cuenta de Instagram de Taylor, que ofrece una visión curada de una vida aparentemente perfecta, llena de lujo, belleza e infinitas posibilidades. Taylor, interpretada por Elizabeth Olsen, es una personalidad talentosa y cautivadora de las redes sociales con una presencia online impecable. Su feed es una representación meticulosamente elaborada de la perfección, donde cada momento parece alegre y cada decisión parece tomada sin esfuerzo. Ingrid se enamora instantáneamente de la imagen de Taylor, sintiendo que está vislumbrando una vida a la que nunca podría acceder en su mundana realidad. A medida que pasa más tiempo revisando el feed de Taylor, Ingrid se siente cada vez más cautivada por sus glamurosas aventuras aparentemente interminables, fiestas lujosas y amistades perfectas. A pesar de que los encuentros de Ingrid con Taylor se limitan a sus interacciones online, comienza a fantasear con una amistad profunda e intensa que se ha forjado en el ciberespacio. Convencida de que Taylor la necesita en su vida, Ingrid decide abandonar todo lo que ha conocido, incluyendo a su familia, sus amigos y su trabajo, y embarcarse en un viaje a través del país desde Nueva York hasta Los Ángeles para conocer a Taylor en persona. A medida que Ingrid se adentra cada vez más en su fantasía, comienza a mostrar preocupantes signos de inestabilidad, revelando una creciente obsesión que roza la psicosis. Su fijación con Taylor comienza a afectar a quienes la rodean, causando preocupación y frustración a sus seres queridos. El comportamiento errático de Ingrid se intensifica, lo que lleva a una serie de arrebatos imprudentes y violentos que amenazan con trastornar a las personas cercanas a ella. Al llegar a Los Ángeles, Ingrid rastrea la dirección real de Taylor, con la esperanza de finalmente forjar una conexión con su ídolo. Al entrar en el mundo de Taylor, se encuentra con el rechazo y el desdén, y se hace evidente que, en realidad, la vida de Taylor está lejos de la idílica fantasía que Ingrid había estado retratando. Sin inmutarse por esta revelación, Ingrid continúa persiguiendo a Taylor, convencida de que ella es la clave para desbloquear su propia felicidad y satisfacción. A medida que la historia se desarrolla, el contraste entre la fantasía y la realidad de Ingrid se vuelve cada vez más marcado. Su obsesión delirante con Taylor la lleva a tomar medidas cada vez más drásticas, incluyendo el pirateo de las cuentas de redes sociales de Taylor, irrumpir en su casa e incluso orquestar un truco violento para llamar la atención de Taylor. Estos actos están marcados por una creciente sensación de desesperación, lo que subraya la profundidad de la crisis de Ingrid y los extremos a los que llegará para lograr sus retorcidos objetivos. La interpretación central de Aubrey Plaza en la película es sencillamente fenomenal. Su interpretación del frágil y quebradizo estado mental de Ingrid es a la vez cautivadora y desgarradora, que nos adentra en el turbulento mundo del personaje y nos hace preocuparnos, a pesar de que sus acciones son frecuentemente censurables. Mientras tanto, Elizabeth Olsen aporta una sensación de carisma y autenticidad a la interpretación de Taylor, arraigando al personaje de una manera que hace que su fantasía en las redes sociales sea aún más convincente y siniestra. En última instancia, Ingrid Goes West plantea un comentario que invita a la reflexión sobre el lado oscuro de la obsesión por las redes sociales, advirtiéndonos de los peligros de idealizar y emular las vidas virtuales que vemos online. Al tomar el descenso de Ingrid a la locura y explorar las complejidades psicológicas de su fijación, la película destaca los peligros de una existencia insatisfecha y aislada, que puede llevar a las personas a extremos en su búsqueda de la felicidad.
Reseñas
Recomendaciones
