Se Trata de Decisiones

Trama
Jack Harris, un ex agente de las Fuerzas Especiales, salió del taxi y le dio al cliente el cambio. Mientras regresaba al coche, no pudo evitar sentir una sensación de monotonía apoderándose de él. Habían pasado cuatro años desde que dejó atrás su vida de secretismo, buscando una existencia más tranquila y ordinaria. Conducir un taxi se había convertido en su nueva realidad, una que le permitía mezclarse entre la multitud y evitar cualquier atención no deseada. En su mayor parte, la vida de Jack había sido tranquila, incluso sin incidentes. Se había establecido en una rutina de conducir su taxi, viendo pasar las mismas calles familiares día tras día. La única emoción provenía de las carreras ocasionales y las breves interacciones que tenía con los pasajeros. Estaba muy lejos de su vida anterior, donde cada momento era una apuesta de alto riesgo, donde un movimiento en falso podía significar la diferencia entre la vida y la muerte. Pero Jack pensó que había dejado todo eso atrás. Se había convencido de que nunca más volvería a verse arrastrado al mundo del espionaje y las operaciones encubiertas. Pero, mientras estaba de pie fuera de su taxi, perdido en sus pensamientos, notó una figura familiar que se acercaba a él. Era Alex, un antiguo colega y amigo de sus días en las Fuerzas Especiales. La llegada de Alex fue como una bofetada fría en la cara. Los instintos de Jack inmediatamente se pusieron en alerta máxima, y su mente comenzó a acelerarse con posibilidades. ¿Qué hacía Alex allí? ¿Había venido a arrastrar a Jack de vuelta al mundo que pensaba que había dejado atrás? Las preguntas se arremolinaban en su cabeza, y por un momento, Jack se olvidó de la vida tranquila que se había construido. Cuando Alex se acercó, la actitud de Jack cambió. Su expresión se endureció y su postura se volvió más rígida. Sabía que Alex era un hombre de pocas palabras, y cuando hablaba, generalmente iba en serio. Los ojos de Jack se entrecerraron y dio un paso atrás, creando distancia entre él y Alex. "¿Qué haces aquí?" preguntó Jack bruscamente, tratando de mantener sus emociones bajo control. Alex no se anduvo con rodeos. "Necesitamos tu ayuda, Jack. Hay una misión que requiere tu conjunto particular de habilidades." Jack sintió una ola de escepticismo apoderándose de él. Pensó que había dejado esta vida atrás y, sin embargo, aquí estaba, siendo solicitado para regresar al mundo que tanto le había costado dejar. Dudó, tratando de sopesar sus opciones. "Estoy fuera, Alex", dijo Jack con firmeza. "He estado fuera durante mucho tiempo. Ya lo sabes." Alex asintió, su expresión sin cambios. "Lo sé, Jack. Pero esto es diferente. Esta misión involucra a alguien que era cercano a mí. Necesito tu ayuda para sacarlo, y eso es todo." Las palabras quedaron suspendidas en el aire, una súplica silenciosa. Los instintos de Jack le dijeron que se alejara, que dejara que Alex lidiara con cualquier situación en la que se hubiera metido. Pero algo en las palabras de Alex tocó una fibra sensible. Tal vez fue la genuina desesperación en su voz, o tal vez fue el recuerdo de sus experiencias pasadas juntos. Fuera lo que fuese, Jack sabía que no podía marcharse así como así. "Escucharé", dijo Jack finalmente, su voz mesurada. "Pero si es otra persecución inútil, Alex, estoy fuera. No arriesgaré mi vida por nadie ni por nada otra vez." Alex asintió, aparentemente esperando la respuesta de Jack. "Sabía que lo verías a mi manera. Nos reuniremos en el antiguo almacén a medianoche. Estate allí, Jack. Te informaremos sobre los detalles, y—" Jack levantó una mano, interrumpiendo a Alex. "Espera. ¿Qué te hace pensar que voy a seguir con esto?" La expresión de Alex se volvió seria. "Porque, Jack, tenemos razones para creer que tus empleadores de hace cuatro años todavía te están buscando. Y si descubren que has vuelto al juego, no se detendrán ante nada para derribarte." Las palabras golpearon a Jack como una tonelada de ladrillos. Pensó que había dejado todo esto atrás, que se había despojado de su pasado y sus complicaciones. Pero las palabras de Alex lo trajeron todo de vuelta. Pensó que estaba a salvo, que la vida tranquila que había construido lo protegería. Pero parecía que nada era lo que parecía. La mente de Jack estaba acelerada ahora. Hacer lo correcto o sobrevivir: era la única opción que tenía. Y mientras miraba a Alex, sabía que tendría que sopesar cuidadosamente sus opciones. En el mundo que habían dejado atrás, la lealtad y el deber a menudo iban de la mano. Pero, ¿qué pasa con la vida que se ha construido ahora? ¿Podría sacrificar eso por el bien común, o las elecciones que haga pondrían en riesgo su propia vida? A medida que avanzaba la noche, Jack se encontró atrapado entre dos mundos, dividido entre la vida que pensaba que había dejado atrás y la vida que había construido a su paso. Y cuando la luna se hundió bajo el horizonte, se hizo una promesa silenciosa a sí mismo: daría un paso a la vez, tomaría sus decisiones y viviría con las consecuencias.
Reseñas
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