Besada

Besada es una película de drama romántico estrenada en 1996, dirigida por Lynne Stopkewich. La película gira en torno a la enigmática vida de Samantha 'Sam' Taylor, interpretada por Molly Parker, una joven con pasión por la muerte y su belleza. Es asistente del forense a los 23 años, trabajando para su tío, el forense de un pequeño pueblo en la zona rural de Ontario, Canadá. La película comienza con la perspectiva única de Sam sobre la vida, literalmente. Cuando comienza su nuevo día en la morgue, prepara cuidadosamente el cuerpo del fallecido, añadiendo algunos toques propios, como se menciona en la sinopsis. Su meticulosa atención al detalle y su enfoque creativo de la muerte hacen que parezca casi estéticamente agradable. Esto contrasta fuertemente con su vida monótona y ordinaria, donde lucha por encontrar significado y conexión en el mundo. La familia de Sam está profundamente arraigada en el trabajo relacionado con la muerte, y su vida se ha convertido en un ciclo constante de tratar con los muertos. Su tío, el forense, siempre la ha visto como una ayuda, y sus expectativas dictan cada uno de sus movimientos. Sin embargo, esto no la detiene de buscar emoción y pasión en su vida. Un día, mientras trabaja en la morgue, Sam descubre un cuerpo misterioso, que resulta ser una joven que ha muerto durante el parto. Mientras examina el cuerpo, se siente fascinada por la belleza y el misterio que rodean la muerte y la vida que se ha perdido. El cuerpo misterioso sirve como catalizador para que Sam busque la identidad de la mujer fallecida y, en última instancia, a su amante. Al embarcarse en este viaje, se encuentra con un elenco de personajes que, de diversas maneras, desafían su visión sobre la vida, la muerte y el amor. Uno de ellos es Sande (interpretado por Kyle Labine), un joven adolescente en el cementerio local, que está luchando por aceptar su propia mortalidad después de la muerte de su padre. A lo largo de su investigación, Sam forma un vínculo improbable con Sande, mientras exploran el cementerio por la noche y comparten historias sobre la vida y la muerte. Este retrato conmovedor destaca su mutuo entendimiento de las complejidades que rodean la mortalidad. A medida que su conexión se profundiza, encuentran consuelo en la compañía del otro, lo que contrasta con las relaciones superficiales de Sam con los demás. Mientras navega por el complejo mundo del duelo, la pérdida y la muerte, la película lleva al espectador a un viaje reflexivo sobre los misterios y la belleza de la vida. Plantea preguntas sobre el significado de la existencia humana, la importancia de las relaciones y el impacto de nuestras experiencias en la formación de nuestras perspectivas. La narrativa de la película desafía la comedia romántica convencional o un drama sencillo, adoptando en cambio una exploración poco convencional y conmovedora de las crisis existenciales. A pesar de estar ambientada en un pequeño pueblo rural, la película profundiza en temas profundos que son relevantes para personas de diversos ámbitos de la vida. Besada presenta un retrato inmersivo y estimulante de una joven que busca significado en el mundo. Mientras Sam y Sande navegan por sus relaciones y trayectorias vitales, encarnan las complejidades de la experiencia humana. En última instancia, la película deja al espectador reflexionando sobre la naturaleza fugaz de la vida y la importancia de las conexiones humanas. A medida que avanza la película, el enigmático misterio que rodea el cuerpo de la joven se revela lentamente, reflejando las complejidades de la propia existencia de Sam. A través de su viaje, somos testigos de una transformación en la perspectiva de Sam sobre la muerte y la vida, pasando de la mera fascinación a la comprensión profunda. La película concluye con una nota de introspección y aceptación, a medida que Sam acepta su papel en el mundo y el significado de las conexiones que ha formado. Besada es una exploración conmovedora, visualmente evocadora y estimulante de las complejidades que rodean la vida, la muerte y las relaciones humanas. La película anima al espectador a reflexionar sobre su propia mortalidad, generando una apreciación más profunda por el mundo y las personas que lo habitan.