El lobo solitario y su cachorro: El cochecito del bebé al infierno

El lobo solitario y su cachorro: El cochecito del bebé al infierno

Trama

El lobo solitario y su cachorro: El cochecito del bebé al infierno es una película japonesa de artes marciales estrenada en 1973, dirigida por Kenji Misumi y protagonizada por Tomisaburo Wakayama como Ogami Itto. Es la tercera entrega de la popular serie El lobo solitario y su cachorro, una adaptación cinematográfica del manga de Kazuo Koike y Goseki Kojima. La película comienza con Ogami Itto, un samurái renegado, y su joven hijo, Daigoro, en un viaje para cumplir su venganza contra el clan Yagyu, que son responsables de la muerte de la esposa de Itto. Durante sus viajes, llegan a un pueblo rural, donde se encuentran con una hermosa prostituta llamada Sato, que está siendo maltratada por un grupo de hombres despiadados. Itto interviene y, en una breve pelea, despacha él solo a los atacantes. Sin embargo, los ancianos de la aldea, que están bajo la protección de la yakuza, se resisten a involucrarse en la situación. Uno de los ancianos de la aldea, sintiendo el poder y la reputación de Itto, se acerca a él y le pide que les ayude a librar al pueblo de un líder yakuza corrupto llamado Kikazuku. A cambio, le concederán a Itto y a su hijo santuario y protección. Sin embargo, hay una condición: Itto debe ofrecerse voluntario para ser torturado en un ritual sádico llamado "Tengu no Tsuka", que implica ser empalado en una fila de afiladas púas. Ogami acepta los términos y, junto con su hijo, es conducido a un templo escondido donde tendrá lugar el ritual de tortura. Sin embargo, sin que Itto lo sepa, el ritual es simplemente una artimaña, diseñada para probar su coraje y resolución. Kikazuku, el líder de la yakuza, ha ordenado secretamente a sus hombres que torturen a Itto hasta casi la muerte, con la intención de aplastar su espíritu y convertirlo en un mercenario. Mientras Itto es sometido a la horrible tortura, descubre que uno de los aldeanos, un anciano sabio llamado Ichi, es secretamente un asesino de la yakuza, encargado de matar a Itto durante el ritual. Itto, sin embargo, utiliza su extraordinaria resistencia y habilidades de lucha para superar la tortura y, en una breve pelea, despacha al asesino. Mientras los aldeanos y el hijo de Itto observan con asombro, queda claro que Itto no está destrozado por la tortura, sino que ha surgido más fuerte e incluso más feroz. Kikazuku, impresionado por la resistencia de Itto, revela su verdadera intención: ha sido contratado por el corrupto funcionario del shogunato Tokugawa, Lord Matsudaira, para eliminar a un malvado chambelán llamado Matsudaira Naritsugu. Naritsugu es un hombre despiadado y sádico, responsable de numerosas atrocidades cometidas durante la era Tokugawa. Es conocido por su crueldad, particularmente hacia las mujeres, y ha sido nombrado por el Shogun como el Chambelán de Kioto. Los crímenes de Naritsugu son numerosos, y su brutal comportamiento hacia las mujeres le ha valido el odio de muchos samuráis y gente común. Kikazuku, en conjunto con Matsudaira Naritsugu, ha orquestado una trampa para eliminar a Itto y utilizar sus servicios para eliminar a Naritsugu, asegurando así sus propios intereses. Cuando Itto se entera de las atrocidades de Naritsugu, se da cuenta de que sus objetivos se alinean, y acepta eliminar al chambelán, con la intención de derribarlo él mismo. A lo largo de la película, las relaciones de Itto con los otros personajes son multifacéticas y matizadas. Siente un profundo afecto por Sato, que inicialmente se resiste a involucrarse en la búsqueda de Itto. Sin embargo, finalmente se acerca a él, y su interacción es tierna y conmovedora. Con Ichi, el anciano de la aldea convertido en asesino de la yakuza, Itto tiene una dinámica compleja, que equilibra un profundo sentido de respeto y admiración con una fría evaluación de sus motivaciones. El clímax de la película presenta un enfrentamiento memorable y visceral entre Itto y Naritsugu, que deja pocos supervivientes. Al final, es una historia de venganza, honor y revancha contra el sistema, y la lucha de un individuo, impulsado por su código de conducta, que se niega a ser corrompido por la corrupción. El lobo solitario y su cachorro: El cochecito del bebé al infierno cumple con las expectativas creadas por sus predecesoras, mostrando artes marciales impresionantes, hermosos paisajes y una narrativa poderosa. Su trama apasionante y llena de suspense, junto con la actuación icónica de Tomisaburo Wakayama como Ogami Itto, la han convertido en un elemento básico en el género de las artes marciales y el cine japonés.

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Reseñas