Malaal

Trama
Malaal es una película dramática romántica india de 2019 sobre el paso a la adultez dirigida por Sanjay Leela Bhansali y coescrita por Bhansali y Prashant Iyer. La historia gira en torno a dos jóvenes, Shiva (interpretado por el actor de Bombay, el hijo de Sanjay Pednekar, Meezaan Jafri) y Aastha (interpretada por Sharmin Segal), que pertenecen a mundos diferentes y provienen de diferentes orígenes socioculturales. La narrativa comienza con un vistazo a la vida de Shiva, un joven que reside en una humilde vecindad en el corazón de Mumbai. Él es miembro de una pandilla y tiene una inclinación por el alboroto. Sus días están llenos de peleas y de participar en pequeños delitos. La vida de Shiva es de caos y desorden y, sin embargo, la atraviesa con cierto grado de facilidad, casi como si hubiera encontrado un sentido de pertenencia en su entorno. En marcado contraste, Aastha proviene de una familia más acomodada. Su padre, Ratan, es un hombre de mediana edad que se ha mudado recientemente a la vecindad debido a sus compromisos profesionales. Se espera que Aastha, siendo la hermana mayor, supervise a su hermano menor y mantenga una apariencia de decoro dentro del hogar. Es una chica brillante y sensata que sueña con convertirse en escritora algún día. La transición de Aastha a la vecindad marca el comienzo de una nueva era en su vida y la audiencia conoce sus luchas como una persona ajena. Cuando los dos protagonistas de mundos diferentes colisionan, comienzan a saltar chispas. Sus encuentros iniciales son tensos e incómodos, lo que refleja la división cultural entre ellos. Aastha, en particular, se enfrenta a mucha resistencia por parte de los miembros de su familia, que dudan en adaptarse al estilo de vida de la ciudad. Su padre, Ratan, quiere que mantenga una imagen digna y que se establezca en una rutina normal, para consternación de Aastha. Shiva, por otro lado, está igualmente desanimado por la repentina afluencia de personas ajenas en la vecindad. Su mundo se pone patas arriba cuando se ve obligado a aceptar la presencia de estas "élites" en medio de ellos. Su renuencia a congeniar con Aastha se ve impulsada aún más por sus intentos de cambiarlo y adaptarse a su mundo. A medida que Shiva y Aastha continúan cruzándose, se desarrolla una curiosidad inquebrantable dentro de ellos para explorar los territorios inexplorados de la vida del otro. Comienzan a entablar conversaciones significativas, compartiendo sus aspiraciones, miedos y deseos. Aastha se siente atraída por la naturaleza despreocupada de Shiva y su entusiasmo por la vida, mientras que Shiva está fascinado por sus actividades creativas y su pasión por las artes. Sin embargo, su floreciente relación se ve amenazada por la división socioeconómica que los separa. Los amigos y familiares de Shiva ven a Aastha y a su familia con suspicacia, percibiéndolos como personas ajenas que no pertenecen a la vecindad. Por otro lado, los familiares de Aastha desaprueban el comportamiento brusco de Shiva, viéndolo como una mala influencia para ella. Malaal lleva a su audiencia a un viaje inmersivo a través de las vidas contrastantes de Shiva y Aastha, capturando la vitalidad del paisaje urbano de Mumbai. La película captura bellamente las complejidades de su romance, transmitiendo la agitación emocional y las luchas internas que ambos enfrentan ante la presión social. El elenco de reparto hace un trabajo encomiable al darle profundidad a la narrativa. La química entre Shiva y Aastha es palpable, lo que convierte su romance en una parte integral de la historia. Meezaan Jafri, en particular, aporta a la mesa una representación auténtica de un joven atrapado entre su lealtad hacia sus amigos y el amor por una mujer de un mundo diferente. Las habilidades de dirección de Sanjay Leela Bhansali brillan en este drama de paso a la adultez, capturando la esencia del amor, el anhelo y las luchas de navegar por dos mundos diferentes. Bhansali, junto con Prashant Iyer, tejen una hermosa narrativa que refleja la resiliencia de las relaciones humanas frente a la incertidumbre y las expectativas sociales. En última instancia, Malaal destaca como una representación conmovedora del amor juvenil en la ciudad de Mumbai, que explora temas de desigualdad social, presiones familiares y la búsqueda de la identidad. Plantea preguntas esenciales sobre las normas sociales y la capacidad del amor para transgredir estas fronteras. Esta obra maestra cinematográfica deja a la audiencia reflexionando sobre la fragilidad y la belleza del amor y la vida en medio de las complejidades sociales.
Reseñas
Recomendaciones
