Mi Querida Secretaria

Trama
En la encantadora comedia de 1948 "Mi Querida Secretaria", una talentosa joven escritora llamada Ellen Ferguson (Lucille Ball) consigue el papel de su vida cuando es contratada como secretaria personal del renombrado novelista Owen Waterbury (John Lund). Como una autoproclamada aspirante a escritora, Ellen ve el puesto no solo como una oportunidad para estar cerca de su héroe, sino también para aprender de él y perfeccionar sus propias habilidades de escritura. Desde el momento en que Ellen entra en la elegante y estilosa oficina de Waterbury, queda impresionada por su carisma y sentido del humor. Waterbury, aunque encantador y entrañable, también es imprudente, irresponsable y coquetea con descuido, lo que deja a Ellen perpleja y desilusionada con su nuevo jefe. Es un autoproclamado mujeriego que se abre camino sin esfuerzo alrededor de una serie de mujeres, aparentemente sin intención de comprometerse con ninguna de ellas. Como resultado, Ellen se encuentra dividida entre sentirse molesta y atraída por su jefe. Por un lado, está exasperada por las payasadas y el comportamiento inmaduro de Waterbury; por otro, está cautivada por su ingenio, su encanto pícaro y el entusiasmo sin esfuerzo con el que vive la vida. A medida que chocan e intercambian ingeniosas bromas, comienza a desarrollarse una camaradería tentativa entre ellos, una que, en última instancia, revela una conexión más profunda. A medida que la historia se desarrolla, Ellen se encuentra transformada por su asociación con Waterbury. Inicialmente, intenta emular a Waterbury, adoptando su enfoque despreocupado y espontáneo de la vida. Sin embargo, pronto descubre que ser la "chica de la ciudad" no es todo lo que parece. En cambio, comienza a afirmar su propia individualidad y a desarrollar sus propios talentos de escritura, gracias en parte a la guía y el aliento de Waterbury. Una de las subtramas clave de la película involucra la propia relación de Waterbury con su esposa, la hermosa e inteligente Phoebe Waterbury (Karen Norrell). Su matrimonio parece perfecto, con Waterbury prodigando afecto y admiración a su esposa. Sin embargo, debajo de la superficie, su relación está tensa, con una competitividad y posesividad arraigadas que están erosionando lentamente el amor y la confianza en su núcleo. Phoebe, escritora por derecho propio, se siente eclipsada por el inmenso éxito de Waterbury y cada vez más celosa de su atención a Ellen. Mientras tanto, Waterbury se distrae cada vez más con su propio ego y deseos, ajeno al daño que está causando a su matrimonio. A lo largo de la película, Ellen se encuentra atrapada en medio de esta complicada red de relaciones. Se siente atraída por el carismático pero irresponsable Waterbury, al tiempo que empatiza con el problemático matrimonio que se está desintegrando lentamente a su alrededor. Mientras lidia con sus propios sentimientos, Ellen comienza a darse cuenta del valor de la estabilidad, el compromiso y la responsabilidad que conllevan las relaciones. En última instancia, la historia de "Mi Querida Secretaria" no se trata de la relación de Ellen con Waterbury, sino más bien de su propio crecimiento personal y autodescubrimiento. A medida que supera los desafíos y las complejidades de la vida, Ellen aprende a afirmar su propia identidad, a encontrar su voz única y a desarrollar un sentido de autoestima. En el proceso, descubre que su verdadero potencial no reside en ser una copia al carbón de otra persona, sino en forjar su propio camino. La película termina con una nota esperanzadora, con Ellen habiendo experimentado una profunda transformación. Aunque todavía está enamorada de Waterbury, ahora está más centrada en sus propias ambiciones de escritura y menos influenciada por su encanto superficial. Mientras se prepara para pasar al siguiente capítulo de su vida, Ellen sabe que está mejor equipada para manejar sus desafíos y que ha encontrado un sentido de propósito y pertenencia que pensaba que era imposible de encontrar.
Reseñas
Recomendaciones
