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Trama
Las Vegas siempre fue una ciudad de magia y engaño, donde todo podía suceder y la realidad a menudo se ponía patas arriba. Para Cris Johnson, un mago de sala de espectáculos con un don único, la ciudad era un lugar para mantener su secreto a salvo y vivir una vida de tranquila desesperación. Durante el día, realizaba trucos e ilusiones baratas para ganarse la vida, su magia era un delgado velo para las extraordinarias habilidades que lo diferenciaban del resto de la humanidad. El poder de Cris era una carga que llevaba consigo todos los días. De niño, había sido sometido a interminables exámenes y pruebas por parte del gobierno y del sistema médico, todos desesperados por comprender la fuente de su don. Pero Cris se había cansado de ser tratado como un experimento científico, de ser pinchado, examinado y analizado hasta que había perdido la noción de quién era más allá de su habilidad. Así que se había creado una nueva identidad para sí mismo, una vida como "Jared", un hombre tranquilo y discreto que se mantenía al margen y evitaba a toda costa llamar la atención. Tenía un pequeño apartamento en una zona sórdida de la ciudad, un trabajo que le permitía pagar las facturas y un puñado de conocidos que pensaban en él como uno de los suyos. Era una existencia frágil, una que constantemente trabajaba para mantener, pero era suya, y por eso estaba agradecido. Pero la vida de Cris estaba a punto de cambiar radicalmente. En su oficina, a miles de kilómetros de distancia, en Los Ángeles, la agente del gobierno Callie Ferris contemplaba una pantalla llena de información sobre un grupo terrorista que había surgido en Oriente Medio. Los detalles eran vagos, pero una cosa estaba clara: no se trataba de un grupo ordinario. Tenían un dispositivo nuclear y planeaban detonarlo en el corazón de Los Ángeles en cuestión de días. Ferris era una mujer práctica, que había pasado años trabajando para el gobierno en diversos puestos. Lo había visto todo, desde los peores excesos de la humanidad hasta lo mejor de su potencial. Pero algo en este caso se sentía diferente, algo que la atormentaba y la mantenía despierta por la noche. Todo comenzó con un hilo, un pequeño detalle que había dejado atrás uno de los terroristas. Un nombre, una sola palabra que parecía tener más significado que las demás. Cris Johnson. Ferris no sabía quién era Cris ni qué podía tener que ver con los terroristas, pero tenía la sensación, la sospecha, de que era la clave para detener la catástrofe que estaba a punto de desencadenarse. Así que se propuso encontrar a Cris, rastreándolo de un extremo a otro del país. Sabía que no sería fácil: era un fantasma, un hombre que se había construido una nueva vida en Las Vegas con un nombre falso. Pero Ferris era una agente hábil, con talento para rastrear a las personas que perseguía. Finalmente, alcanzó a Cris en su pequeño apartamento, donde estaba ocupado preparándose para una noche de trabajo en la sala de espectáculos. Se presentó como una amiga, una mujer que necesitaba su ayuda con algo, y Cris, cauteloso, escuchó mientras ella tejía su red de mentiras. Al principio, Ferris se mostró tranquila y le dijo a Cris que era de una agencia privada que buscaba un talento raro, alguien con una habilidad particular que pudiera aplicarse a una negociación de alto riesgo. Pero Cris se dio cuenta, sintió que había algo más en su historia. Y tenía razón, él era a quien ella quería, la clave para detener a los terroristas y salvar miles de vidas. Ferris jugó con los sentimientos de Cris, explotando su sentido de culpabilidad y responsabilidad por todo lo que había visto en el pasado. Le prometió un trato: protección del gobierno, inmunidad procesal y la oportunidad de hacer las cosas bien, de usar su don para el bien en lugar de esconderse de él. Y lenta pero seguramente, Cris comenzó a ver las cosas a su manera, a darse cuenta de que esta podría ser su oportunidad de marcar la diferencia. A medida que los días pasaban hasta la detonación del dispositivo nuclear, Cris se encontró trabajando con Ferris, reconstruyendo las pistas y rastreando a los terroristas. Utilizó su poder para guiarlos, viendo vislumbres del futuro que les ayudarían a mantenerse un paso por delante de sus enemigos. Era una sensación extraña e incómoda, a la que Cris todavía se estaba acostumbrando, pero sabía que era la única forma de detener el desastre que se avecinaba. Al final, todo se redujo a unos pocos momentos de tensión en un complejo de apartamentos en el centro de Los Ángeles. Los terroristas, armados y desesperados, habían acorralado a Ferris y Cris, y parecía que todo estaba perdido. Pero Cris tenía un último truco bajo la manga, un último vistazo al futuro que lo cambiaría todo. A medida que el reloj llegaba a cero, Cris cerró los ojos, concentrándose en las visiones que se arremolinaban tras sus párpados. Vio un momento de caos, de gritos y pánico, pero también de rescate, de la intervención de un héroe que salvaría el día. Y en una fracción de segundo, supo exactamente qué hacer, utilizando su poder para guiar a Ferris a un estrecho callejón, donde se encontraron con la llegada de un equipo SWAT, armado y listo para acabar con los terroristas. El dispositivo fue desactivado, la ciudad fue salvada, y Cris y Ferris surgieron como héroes, su vínculo forjado en el calor de la batalla. Pero para Cris, todavía quedaba la cuestión de su pasado, de los secretos que habían sido desenterrados y del futuro que le esperaba. ¿Estaba preparado para afrontar las consecuencias de su don, o seguiría viviendo escondido, huyendo para siempre de aquellos que buscarían comprenderlo y controlarlo? La respuesta, como todo lo demás en su vida, estaba envuelta en un velo de incertidumbre.
Reseñas
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