NPP1P2, CERDO DE GUERRA, Sesión de Dibujo
Trama
En "NPP1P2, CERDO DE GUERRA, Sesión de Dibujo", un cortometraje animado surrealista y enigmático, el público es testigo de un espectáculo poco convencional que difumina las líneas entre la realidad y el reino caprichoso de la imaginación de un artista. En su superficie, la pieza parece ser un tributo a la tiranía masculina, encarnada por la figura de un "CERDO DE GUERRA", un protagonista enigmático cuyas acciones desafían toda explicación lógica. A medida que la película se desarrolla, se nos presenta un flujo de imágenes animadas que personifica el caos y el pandemónium, mostrando las travesuras del CERDO DE GUERRA en un mundo extenso y de pesadilla. La estética visual de la pieza es tan vanguardista como inquietante, incorporando paletas de colores vibrantes y un estilo de producción experimental que evoluciona a medida que avanza la narrativa. Este lenguaje visual distintivo marca el tono para una experiencia alucinante que dejará a los espectadores cuestionando la naturaleza de la realidad y la intención del artista. Sin embargo, en su esencia, "NPP1P2, CERDO DE GUERRA, Sesión de Dibujo" es también un ejercicio de arte performativo, con un componente profundamente personal. El artista de la película colaboró con una máquina para procesar las imágenes de su performance de dibujo, inyectando cada iteración con un nivel de aleatoriedad e imprevisibilidad. Esta colaboración da como resultado visualizaciones que son tan oníricas como discordantes, transformando el proceso de dibujo del artista en un viaje inmersivo a través de las profundidades de su propio subconsciente. Curiosamente, la relación entre la performance del artista y el procesamiento de la máquina es fluida y recíproca. A medida que el artista profundiza en su sesión de dibujo, las intervenciones de la máquina amplifican los elementos fantásticos presentes en la grabación original, reintroduciéndolos en el mundo con una intensidad creciente. Este efecto de sala de espejos, donde la máquina, el artista y el espectador se mezclan, desestabiliza las percepciones y despoja a la obra de arte de su estabilidad narrativa, convirtiéndola en un microcosmos dinámico del juego de un artista con el caos y el significado. A lo largo de la pieza, el CERDO DE GUERRA parece existir dentro de su propia Weltanschauung retorcida y militarista, interpretando la realidad a través de la lente deformada de la propaganda autoritaria. A veces, la figura se embarca en tareas aparentemente banales, como dar órdenes a robots uniformados en su dominio caótico; otras veces, desata tormentas apocalípticas que inundan el mundo con arte explosivo y vanguardista. Sus realizaciones dibujadas a veces son interrumpidas por paisajes abstractos donde actúa y toma decisiones casi como un consumidor ordinario del mundo, apareciendo paradójicamente entre el conocimiento total y la desilusión completa. Al sumergir al espectador en la vorágine de la creación del CERDO DE GUERRA, el artista nos invita a meditar sobre la fragmentación de nuestras percepciones en una era dominada por tecnologías e ideologías mediáticas en rápida evolución. La ausencia de significados cohesivos obliga a una visión a través de una especie de pantalla fragmentada: a través de los esfuerzos de nivel medio y casi amateur del artista de dibujar en modo de guerra resulta que cada aspecto dibujado nunca se ha vuelto relevante a menos que las opiniones de otro usuario hayan creado un cambio, como la guerra. En última instancia, la paradoja en el corazón de "NPP1P2, CERDO DE GUERRA, Sesión de Dibujo" es a la vez encantadora e inquietante: una celebración del absurdo artístico, amplificada en lugar de atenuada, con un caos aparentemente amorfo alimentado por la tecnología, bajo un artista con una visión de forma muy vaga.