Possessor

Possessor

Trama

En Possessor, la inquietante película de terror y ciencia ficción de Brandon Cronenberg, un escalofriante retrato de la manipulación psicológica y una apasionante exploración de la identidad, Tasya Vos (interpretada por Andrea Riseborough) emerge como un personaje complejo, multidimensional y envuelto en el misterio. Operando como una asesina corporativa de élite, Vos ha perfeccionado sus habilidades para manipular a otros mediante el uso de tecnología avanzada de implantes cerebrales. Esta tecnología le permite tomar el control de los cuerpos de otras personas, eliminando objetivos de alto perfil con precisión calculada. El mundo de Vos es uno de distanciamiento calculado, una fachada aparentemente perfecta que disfraza la agitación que se gesta bajo la superficie. Con cada nueva misión, adopta una nueva personalidad, asumiendo la identidad de su objetivo, borrando su propio sentido de sí misma en el proceso. Sin embargo, este distanciamiento tiene un alto precio. A medida que Vos se embarca en su última misión, comienza a sentir una presencia inquietante que acecha en su psique. Su objetivo, un magnate tecnológico adinerado, Colin Tate (interpretado por Christopher Abbott), demuestra ser un individuo especialmente complejo. El implante de Vos en el cuerpo de Tate desencadena una respuesta inesperada dentro de su propia mente, y se encuentra luchando por mantener el control. A medida que navega por el funcionamiento interno de la psique de Tate, Vos se encuentra con una vorágine interminable de emociones, deseos y miedos. Las líneas entre su propia identidad y la de Tate comienzan a difuminarse, amenazando con desmantelar sus ilusiones cuidadosamente construidas. Cuanto más se hunde Vos en la mente de Tate, más desorientada se vuelve. Su control de la realidad comienza a desvanecerse, y empieza a cuestionar su propia existencia. Los límites entre las dos personalidades comienzan a colapsar, y Vos se encuentra en desacuerdo con el monólogo interno de Tate. Los que antes eran amos y titiriteros se han convertido en confidentes y adversarios. Mientras tanto, Adam Sinclair (interpretado por Christopher Abbott, en papeles duales), el hermano de Tate, sospecha cada vez más del repentino comportamiento de su hermano. La investigación de Sinclairs sobre el comportamiento errático de Colin no hace sino complicar aún más las cosas, atrayendo a Vos aún más profundamente al laberinto de la mente de Tate. A medida que aumentan las apuestas, el propio sentido de sí misma de Vos se fragmenta cada vez más. Empieza a perder el contacto con su pasado y le cuesta mantener un sentido de continuidad. Su control sobre su propia identidad flaquea, y la asesina antes disciplinada se encuentra a merced de la caótica psique de Tate. Cronenberg teje magistralmente los hilos de la cordura de Vos, sumiendo al espectador en un estado de incertidumbre. Las propias luchas internas de Tate, que inicialmente parecen desconectadas del descenso de Vos a la locura, se revelan como extrañamente entrelazadas. Sus miedos a la pérdida y al abandono se hacen eco de los de Vos, que, a su vez, se ha estado perdiendo en un ciclo interminable de misiones. A medida que Vos queda cada vez más atrapada, se da cuenta de que puede que no sea ella quien tire de los hilos. La distinción entre asesina y presa empieza a difuminarse, y la existencia de Vos se tambalea al borde del colapso. Possessor es una exploración estimulante de la identidad, el control y la frágil naturaleza de la psique humana. Al superar los límites de lo que es aceptable, Cronenberg crea un mundo donde las líneas entre víctima y victimario se difuminan perpetuamente. El descenso de Vos a la locura, impulsado por su incapacidad para mantener el control, sirve como un escalofriante recordatorio de que incluso los operadores más hábiles pueden sucumbir al caos interior. A través del viaje de Vos, Cronenberg arroja luz sobre los rincones más oscuros del capitalismo corporativo y el precio que pagan aquellos que operan en las sombras. A medida que el mundo de Vos se desmorona, también lo hacen las ilusiones que protegen de las sombras a las fuerzas siniestras que la impulsan. Esta fascinante exploración de la manipulación psicológica culmina en una confrontación climática e inquietante, que deja al espectador cuestionando la verdadera naturaleza del control y la identidad.

Possessor screenshot 1
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Reseñas