Algo está matando a Tate

Trama
Tate Bradley, un joven afroamericano, se encontraba en una encrucijada en su vida. Con su cumpleaños a pocos días y su boda con su pareja de mucho tiempo a pocas semanas, uno pensaría que tenía todo por lo que vivir. Sin embargo, una sensación de desánimo se había apoderado de él, y se sentía sofocado por el peso de su propia oscuridad. Mientras estaba de pie en el borde de su balcón, mirando la bulliciosa ciudad de abajo, Tate sentía que se tambaleaba al borde de un precipicio. Las luces de los edificios y los letreros de neón de los bares y restaurantes parecían burlarse de él, y su brillo solo servía para resaltar el vacío en su interior. Sabía que algo andaba mal, pero no podía precisar qué era, o por qué lo estaba consumiendo como un cáncer de lento avance. Con una sensación de desesperación, Tate le dio la espalda al mundo y regresó a su apartamento. Cerró la puerta detrás de él, sintiendo una frágil sensación de seguridad apoderarse de él mientras se apoyaba contra la sólida madera para bloquear los sonidos y olores del mundo exterior. Por dentro, el apartamento de Tate era un reflejo de su estado mental actual: desordenado, confuso y opresivo. Papeles y facturas cubrían el suelo, y el aire estaba cargado con el hedor del estancamiento. Su cama era un enredo de sábanas y mantas, y la habitación estaba oscura, con solo una fina franja de luz que se filtraba a través de las cortinas. Mientras deambulaba sin rumbo por el apartamento, Tate no podía sacudirse la sensación de que se estaba ahogando en su propia tristeza. Siempre había sido una persona reservada, pero en los últimos meses se había vuelto cada vez más retraído. Sus amigos y familiares comenzaban a preocuparse por él, pero Tate no podía decidirse a confiar en nadie. Una de las pocas personas con las que Tate aún hablaba era su mejor amigo y confidente, Marcus. Marcus era una presencia constante en la vida de Tate, y los dos se conocían desde la universidad. Marcus era el único que sabía sobre los intentos de Tate de suicidarse, y estaba terriblemente preocupado. "Tío, ¿qué está pasando?" preguntó Marcus, con la voz temblorosa de preocupación mientras estaba de pie en el apartamento de Tate, observando el caos que lo rodeaba. "Sé que algo anda mal, pero me estás alejando. No me estás dando nada para trabajar aquí". Tate negó con la cabeza, sintiendo una mezcla de vergüenza y culpa apoderarse de él. Sabía que estaba lastimando a Marcus, pero no sabía cómo detener el dolor en su interior. "No lo sé, hombre", dijo Tate, con la voz apenas por encima de un susurro. "Simplemente... siento que me estoy ahogando. Estoy atrapado en este lugar y no sé cómo salir". Marcus lo miró con una mezcla de ira y tristeza en sus ojos. "No estás solo, Tate", dijo. "Estoy aquí para ti. Superaremos esto juntos". Tate asintió, sintiendo una pizca de esperanza encenderse dentro de él. Tal vez, solo tal vez, no estaba solo después de todo. Pero mientras miraba a su alrededor en su apartamento, no podía sacudirse la sensación de que algo todavía acechaba debajo de la superficie, algo que estaba esperando para abalanzarse y destruirlo. A medida que pasaban los días, el comportamiento de Tate se volvió cada vez más errático. Dejó de comer, dejó de dormir y dejó de salir de su apartamento. Se convirtió en una sombra de su antiguo yo, y aquellos que lo conocían comenzaron a preocuparse de que se estuviera escapando para siempre. La prometida de Tate, Rachel, estaba especialmente preocupada. Siempre había sabido que Tate era una persona reservada, pero nunca lo había visto así antes. Intentó hablar con él, extender la mano y traerlo de vuelta al mundo de los vivos, pero Tate la rechazó, convencido de que estaba mejor solo. A medida que los días se convertían en semanas, la pregunta en la mente de todos era: "¿Qué está matando a Tate?" ¿Era la presión del inminente matrimonio? ¿El miedo al compromiso? ¿O era algo más profundo, algo más primario? Tate sabía que no podía seguir viviendo así, pero no sabía cómo detener el dolor en su interior. Estaba atrapado en una pesadilla de la que no podía despertar y no sabía cómo encontrar el camino de regreso a la luz. A medida que la oscuridad se cernía sobre él, Tate se dio cuenta de que se estaba quedando sin tiempo. Sabía que tenía que enfrentar lo que lo estaba matando, pero tenía miedo de lo que pudiera encontrar. ¿Estaba listo para enfrentar la verdad, o las sombras lo consumirían por completo?
Reseñas
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