A Cubierto

Trama
Austin Davis ha sido francotirador profesional durante más de una década, con una precisión y compostura incomparables bajo presión. Su trabajo lo ha llevado por todo el mundo, desde operaciones militares de alto riesgo hasta objetivos de alto perfil. Sin embargo, después de una serie de misiones de alta presión e incluso más fracasos de alto riesgo, Austin ha comenzado a sentir el peso de su profesión sobre él. El sonido de las balas que se abren paso en el aire y la mirada de desesperación en los ojos de aquellos a quienes se le ha encomendado matar han comenzado a afectar su psique. Como resultado, Austin se ha desconectado de su trabajo, realizando las tareas sin una pizca de emoción o sentido de propósito. Sus manejadores, al notar su cambio de comportamiento, deciden que es hora de que se tome una licencia y recargue energías. Austin, sin embargo, sabe que no es del tipo que se mantiene fuera del juego por mucho tiempo. A menudo se encuentra en situaciones que le permiten racionalizar la posibilidad de colarse para un trabajo más, un cheque más. En esta noche en particular, mientras el sol se pone sobre el reluciente paisaje urbano, Austin se encuentra en un elegante ático de cristal y acero, trabajando en su computadora portátil y escaneando casualmente las azoteas circundantes en busca de posibles amenazas. Sus ojos recorren la extensión de la metrópolis, sus instintos entrenados en alerta máxima, preparados para responder a cualquier situación que pueda surgir. Es en este momento que el teléfono de Austin crepita, un suave zumbido que lo toma por sorpresa. Está a punto de ignorarlo, pero algo en el sonido constante lo hace detenerse. Podría ser uno de sus manejadores, posiblemente con un trabajo que realmente le interese. Los dedos de Austin vuelan sobre la pantalla táctil y un mensaje de un remitente etiquetado como "Hawk" parpadea en la pantalla. "Espera a que te recojan en mi ático", dice simplemente el mensaje. "Eres mi invitado". Los pelos de la nuca de Austin se erizan mientras mira el teléfono en su mano. Hawk es un nombre que recuerda de hace algunos años, cuando Austin todavía estaba trabajando en una serie de trabajos con relativo éxito. Hawk, al parecer, era un compañero francotirador en su comunidad unida de agentes encubiertos. Han compartido muchas copas e intercambiado historias sobre las misiones más difíciles que han emprendido, Austin con cierto respeto a regañadientes por el conjunto de habilidades de Hawk, especialmente su extraordinaria aptitud para planificar operaciones de ataque sofisticadas y mortales. Con la mente de Austin corriendo, observa el entorno una vez más. Tiene una vista clara de los alrededores desde lo alto, un punto de vista único, normalmente una ventaja en su línea de trabajo. Sin embargo, aquí, en esta posición vulnerable, la misma vista solo sirve para aumentar el peligro. La aguja de cristal que está tratando de disfrutar como residencia temporal de repente parece precaria, muy lejos de su típico búnker de hormigón o escondite oculto. Caminando con cuidado, Austin se da cuenta de que su antiguo colega lo está tomando deliberadamente como rehén desde este oasis elevado, no es que el elemento sorpresa lo haya tomado por sorpresa por completo, con la vulnerabilidad de Austin manifiestamente clara y a la vista. Austin entiende el consenso silencioso compartido por él mismo y Hank: nunca se acercan el uno al otro. Hay una camaradería tácita, cierto, basada en el respeto mutuo, junto, sin embargo, con su rígida adhesión a su política individual de seguridad primero. Sin dudarlo, el entrenamiento de Austin entra en acción, guiándolo expertamente fuera de su entumecimiento, ya que el pánico sería, en un momento como este, un peligro paralizante que Austin sin duda conocía demasiado bien. Al unir su excepcional agilidad e ingenio probado en batalla, Austin evalúa la situación que se desarrolla, y sabe por qué es simplemente algo normal en lo que respecta al modus operandi de Hawk. Recuerda inquietantemente cómo Hawk en el pasado aceptaba cualquier trabajo en el que parecía probable que las rivalidades profesionales más serias se resolvieran con precisión sencilla y sin maquinaciones elaboradas. En los pensamientos de Austin, Hawk había planeado una gran cantidad de maniobras tácticas cuya efectividad dependía del éxito de alto riesgo, todo lo cual le mostró a Austin que incluso en esos días pasados, de hecho, había existido un aire genuino de vulnerabilidad calculada en el delicado baile de estas operaciones cuidadosamente orquestadas por Hawk, lo que, por sí mismo, decía algo de lo que Austin esperaba que pudiera salvarlo en una confrontación cada vez más mortal que se desarrollaba alrededor y con él. Al darse cuenta de que Hawk está empeñado en eliminarlo con cualquier munición disponible, Austin reconoce que evadirlo, habiendo estado bien en tierra durante su entrenamiento, una vez más debe reducirse al dominio de los entornos en los que se encuentra desplazado y debe usar la cobertura táctica para mantenerse con vida en este edificio de apartamentos dado que Austin conocía a Hawk muy parecido a él, por lo que pondría en acción soluciones rápidas bien conocidas para lograr una perfección mortal. Ser superado por Hawk no era su problema. El problema de Austin era una cuestión de tiempo, y lograr aguantar hasta que descubriera y posiblemente cambiara las tornas en esta persecución implacable y completamente planificada y coordinada a través de edificios altos de vidrio durante horas a la vez; por lo tanto, su supervivencia, en la medida en que pudiera predecir con seguridad, finalmente dependería por completo de que demostrara las habilidades y la destreza estratégica despiadada que su legado de combate insinuaba, pero un oponente ordinario o incluso mediocre ciertamente no podría haber esperado contrarrestar ya que Austin, una élite entre sus compañeros, Held, está justo en manos de Hawk sentado en contra de su propia experiencia entrenada y también comprendiendo estas probabilidades, todo su instinto grita que Austin muy rápidamente al menos intenta localizar una oportunidad para salir de este apartamento: preferiblemente aterrizando con otra ventaja estratégica mejor ya sea entre estos niveles de piso y posibles rutas de escape claras escondidas debajo, pero claramente Hawk es un táctico lo suficientemente persistente y adepto, siempre dispuesto y preparado con suficiente resolución rápida para cualquier objetivo que se proponga ejecutar. Para mantener la cabeza fría durante sus planes de escape confinados en medio del aturdimiento vértigo - que necesita, a continuación, a un lado sólo su sensibilidad entrenada y todos los instintos ya perfeccionado después de años en esta ocupación al fin se deje confiar algo más y asegúrese de que cualquier elección Austin toma ahora debe, de alguna manera, garantizar la seguridad. Todo esto se reduce, sin duda para Austin, en este momento, a una cierta apariencia de 'renacimiento'.
Reseñas
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