La Niñera

La Niñera, una película satírica de terror y comedia estadounidense de 2017, nos presenta a Cole Johnson, un niño de diez años que vive una vida cómoda y aparentemente ordinaria con su madre soltera, Katie. Sin embargo, el mundo de Cole se estremece cuando descubre un secreto extraordinario sobre su niñera, Bee. Resulta que la vida de Bee no se trata solo de cuidar niños; ella y sus amigos tienen un secreto oscuro y retorcido que involucra rituales satánicos y asesinatos. En su décimo cumpleaños, Cole intenta permanecer despierto más allá de su hora de acostarse, con la esperanza de ver a la niñera irse, pero la sorprende a ella y a sus amigos saliendo en sus coches después de una noche sospechosa. Cole comienza a investigar y descubre sus verdaderas intenciones: son parte de un culto satánico que adora al diablo y ha estado usando a niños locales como sacrificios para su amo, el grande. Bee, interpretada por Samara Weaving, se presenta inicialmente como una niñera dulce, bondadosa y cariñosa, pero a medida que se desarrolla la historia, se revela su lado siniestro. Parece ser el miembro más normal del grupo, lo que la hace aún más aterradora y cercana. Su encanto e inocencia sirven como máscara para ocultar su verdadera naturaleza. A través del uso del humor negro y el giro inesperado de los acontecimientos, la película se burla de los típicos clichés que se encuentran en las películas de terror. La película se centra en la dinámica de las amistades y el poder del diablo para controlar y manipular a sus seguidores. El culto, que consta de un grupo de individuos que parecen ser de familias comunes de clase media, muestra la idea de que aquellos que parecen ser ordinarios e inofensivos pueden, en realidad, albergar oscuros secretos. La Niñera está llena de momentos inesperados que se suman a la tensión. Una escena destacada es donde Cole descubre una habitación oculta en el sótano de su casa que contiene artefactos satánicos y varios símbolos. Este descubrimiento lleva a Cole a darse cuenta de que no es la única víctima; es solo uno de los muchos niños que se han visto envueltos en las oscuras prácticas del culto. El reparto secundario ofrece actuaciones sobresalientes, con Judah Lewis, quien interpreta a Cole, destacando por su impresionante interpretación de un niño que intenta dar sentido a un mundo que parece empeñado en matarlo. El clímax de la película presenta la desesperada lucha de Cole por sobrevivir mientras intenta derrotar a Bee y a sus amigos antes de que sea demasiado tarde. Una escena memorable muestra a Cole tratando de escapar mientras el grupo se acerca a él. Intenta llamar a su madre, pero las líneas telefónicas están muertas y la situación se vuelve cada vez más desesperada. Sin embargo, con la ayuda de una amiga leal, Melanie, quien también ha descubierto algunos de los secretos del culto, Cole idea un plan para acabar con el grupo de una vez por todas. En términos de temas, la película explora la idea de que incluso entre familias aparentemente ordinarias, puede haber secretos oscuros acechando bajo la superficie. Este giro añade una capa de complejidad a la narrativa, ya que el público se ve repetidamente llevado a creer que Bee y sus amigos son inofensivos. Además, la película se burla de la dinámica familiar tradicional, sugiriendo que las familias no siempre son tan perfectas como parecen. Las relaciones de los personajes se retratan como defectuosas, lo que hace que su descenso a la violencia sea más creíble. El uso del humor negro por parte de La Niñera se suma a su encanto único, pero la película también explora temas maduros que son demasiado intensos para el público más joven. A pesar de sus matices cómicos, la película aborda temas como el asesinato, el sacrificio y los peligros de confiar ciegamente en figuras de autoridad. En última instancia, La Niñera es una comedia de terror que muestra la importancia de la concienciación y de permanecer vigilante ante el peligro. Si bien la película está llena de suspenso y tensión, también es un paseo agradable y atractivo con una narrativa bien elaborada. La mezcla de humor y terror de la película crea una experiencia visual memorable que mantiene al público entretenido hasta el final.