El Campeón

Trama
El Campeón, estrenada en 1979 y dirigida por Norman Jewison, gira en torno a la vida de Billy 'The Kid' Flynn (interpretado por Jon Voight), un boxeador profesional acabado que lucha contra las consecuencias de su pasado. El mayor arrepentimiento y el mayor orgullo de Billy es su hijo de 10 años, T.J. (interpretado por Jack Weston). Los dos viven juntos en un pequeño apartamento en una zona sórdida de Miami. Billy pasa la mayor parte de sus días bebiendo y recordando sus días de boxeo, que hace tiempo que se desvanecieron. Su carrera boxística, marcada por numerosas victorias, finalmente se topó con un obstáculo debido a su adicción. Al comienzo de la película, la vida de Billy parece estar a punto de desmoronarse. Su relación con T.J. es tensa debido a su falta de interés en proporcionar un ambiente estable, y su forma de beber está empezando a afectar significativamente la vida de su hijo. A medida que avanza la película, la tensión en su relación crece. La adicción de Billy se hace cada vez más evidente, y empieza a descuidar sus responsabilidades como padre y tutor. Esta negligencia lleva a las autoridades locales a involucrarse, y se desarrolla una batalla por la custodia, en la que la trabajadora social, Harriet (interpretada por Mary Ellen Trainor) desempeña un papel importante. Harriet se preocupa cada vez más por el bienestar de T.J. debido a la vida inestable que está llevando. La situación de T.J. empeora cuando Harriet y otros trabajadores sociales empiezan a cuestionar la posibilidad de darlo en adopción, lo que significaría separarlo del único padre que ha conocido. Esta constatación pone a Billy en la misión de cambiar su vida y demostrar que puede mantener a su hijo. Se inscribe en un programa de recuperación y empieza a entrenar para un próximo combate de boxeo, cuyo premio en metálico podría mejorar sus posibilidades de mantener la custodia de T.J. A medida que la recuperación de Billy empieza a ganar impulso y su determinación de convertirse en un mejor padre se fortalece, le vemos empezar a volver a conectar con T.J. y a reconstruir su relación de forma positiva. Empieza a pasar tiempo de calidad con su hijo, entrenándole en boxeo y mostrando un interés genuino por la vida de T.J. Sin embargo, los esfuerzos de Billy se ponen a prueba cuando recibe una llamada telefónica inesperada de la madre de su hijo, que le pide que se reúnan y discutan los acuerdos de custodia. Billy, ahora decidido a demostrar su valía como padre, debe utilizar todos sus recursos para convencer a las autoridades, en particular a Harriet, de que puede proporcionar un entorno estable para T.J. Para ello, consigue un nuevo hogar y un trabajo estable. El combate de boxeo que parecía una posibilidad remota al principio de la película también se acerca, y Billy debe superar sus dudas y temores para darlo todo. En el clímax final de la película, Billy sube al ring de boxeo, enfrentándose a un oponente formidable. En una noche que tiene el potencial de cambiar su vida para siempre, Billy debe canalizar toda su fuerza y resolución para lograr una victoria, no sólo para sí mismo, sino para su hijo, T.J., que ha sido su inspiración inquebrantable a lo largo de la película. La carga emocional es alta, y nos quedamos preguntándonos si los sueños de redención de Billy están a su alcance.
Reseñas
Recomendaciones
